Página 9 - agosto2013

Versión de HTML Básico

formando el
mosaico
[ 9 ]
Alma Ajuria Muñoz
Ser para los demás.
Un concepto muy noble que encie
rra
el valor de la bondad, la inclinación de hacer el bien.
Cuando decidimos ser para los demás, decidimos tener una
auténtica vocación de servicio y de hacer el bien a la sociedad.
La bondad es un valor que debe ser auténtico. ¿De qué sirve
pretender se bondadoso con los demás, si en realidad buscamos
únicamente el reconocimiento?
Actuar de forma bondadosa implica no esperar reciprocidad,
ya que la bondad no es calculada, es por el contrario, un reflejo
genuino de querer hacer el bien sin condición.
Es importante tener claro que el establecer límites y tener presente
el valor de la bondad en nuestra vida, son conceptos que deben ir
ligados para tener un equilibrio.
Un error frecuente es ser bondadoso en exceso con los demás,
sin intentar ser bondadoso consigo mismo. Por el otro lado,
la ausencia de bondad en el ser humano demuestra egoísmo y
una actitud deshumanizada.
Hace poco leí sobre lo llamado “Bondad selectiva”, en donde
se discrimina por juicio personal a las personas que no van a ser
tratadas precisamente con bondad. Es muy común en nuestra
vida este tipo de comportamiento, ya que el trato que le damos
a las personas varía de individuo a individuo, pero entonces ¿Se
puede llamar auténtica bondad a la bondad selectiva?
Considero que no existe una única respuesta a la pregunta
planteada, sin embargo, lo que no cambia es el hecho de que
la bondad es un valor inherente del ser humano.
Por José Eduardo Zárate López,
alumno de la Licenciatura en Mercadotecnia
La auténtica bondad
“Ser para los demás es la manera más sabia, inteligente
y práctica de ser para uno mismo”
Bernabé Tierno
“Ser para los demás”
es una frase de San Ignacio de
Loyola
que desde hace 4 años ha marcado mi vida dentro de
esta institución jesuita; y claro, como seres humanos tenemos la
responsabilidad de servir, ¿a quiénes? A quienes lo necesiten o
que consideremos que sean beneficiados con nuestros valores y
apoyos. Uno de estos valores es la bondad, cuya palabra repre-
senta un sentimiento, un gusto, una distinción a la persona que
siempre está disponible y con la actitud para atender, ayudar y
sobre todo servir al prójimo. El servir también es una palabra po-
derosa, que muy pocos la llevan a cabo en el aspecto humano,
sobre todo, relacionándola con la bondad pues es de aplaudirse
a todos aquellos que lo hacen.
Actualmente podemos encontrar muy pocas personas bon-
dadosas que de corazón ayudan y sirven a los demás por amor,
por cariño, también por compromiso pero lo más importante: sin
esperar nada a cambio. Generalmente escuchamos la frase “es
mejor dar que recibir”, y de experiencias propias, puedo narrar
que durante mi estancia en Prepa Ibero Puebla aprendí a darle a
diversos grupos ayuda, compañía, atención, entre otras cosas, y
lo más importante: de corazón y sin esperar que me respondieran
con algo -sea material, emocional o espiritual- y que marcaron mi
vida y sé que en algún momento seré correspondido igual o mejor.
A final de cuentas son experiencias que se vuelven parte de
nuestra vida y nuestra persona; también es importante mencionar
que una persona con bondad es tan dulce y tan sensible, así
como humilde y de corazón puro que a pesar de la situación y las
posibles consecuencias estará sirviendo a los demás.
Recuerden que quien da, recibe.
Por Luis Javier Castañeda,
alumno de la Licenciatura en Mercadotecnia
El buen dar