Página 18 - junio2014

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El sentido lúdico de la educación y los derechos
universitarios
Por Mtra. Laura Rodríguez Matamoros, Procuradora de Derechos Universitarios
La IBERO Puebla, comprometida con la promoción del desarrollo inte-
gral de los miembros de la comunidad universitaria, reconoce el derecho
al descanso y al esparcimiento, al juego, a las actividades recreativas y
a la libre participación en la vida cultural y en las artes. Por ello, organiza
diversas actividades lúdicas como talleres artísticos, encuentros depor-
tivos, conciertos, obras de teatro, exposiciones plásticas, entre otras.
Estas actividades, además de proporcionar alegría y gozo, promueven
la construcción de la personalidad, favorecen la comprensión, la toleran-
cia y la amistad, permiten el desarrollo de habilidades cognitivas para
resolver problemas, pensar críticamente, conceptualizar, ser creativo,
aprender de una manera amena, interesante y motivadora.
Además, impactan los procesos de socialización al favorecer la par-
ticipación, el esfuerzo colectivo, el seguimiento de reglas, la confianza,
la lealtad, el trabajo en equipo, así como el establecimiento de vínculos
de amistad.
¿El ocio y el tiempo libre son
benéficos en la calidad del
servicio?
Por Dr. Rey David Navarro Martino,
responsable del Proyecto de Calidad en el Servicio
Ser capaz de ocupar inteligentemente los ocios es el último producto
de la civilización. - Bertrand Russel
Sucede, cuando se juega un partido de fútbol, el jugador va tan empe-
ñado manejando el balón que difícilmente tiene el tiempo de apreciar
lo que hay a su alrededor y así poder completar un pase a quien se en-
cuentra sin la marca del defensa. Lo mismo pasa cuando estamos tan
enajenados en el trabajo que no somos capaces de percatarnos sobre
soluciones sencillas o captar los vicios ocultos que se cometen cons-
tantemente por falta de tiempo. Por eso el ocio y el tiempo libre son
buenos, porque nos dan la oportunidad de reflexionar sobre el des-
empeño del trabajo o del servicio que estamos realizando y por ende
actuar en consecuencia para mejorarlo, al final lo que se necesita en la
calidad del servicio es tiempo de ocio para ingeniar la mejora continua.
El proceso de formación, iniciativa y creatividad del personal requiere
de tiempo de ocio ocupado inteligentemente y nos brinda la oportuni-
dad de poder incrementar la capacidad de reflexión sobre el progreso
de la mejora continua en el servicio.
¿Si tenemos ratos de ocio y tiempo libre en nuestro trabajo, se podrá
mejorar la calidad del servicio?