73 Con este primer número, Rúbricas, revista institucional de la Universidad Iberoamericana Puebla, abre un espacio de reflexión, debate, análisis y propuestas para vincular la praxis de nuestra casa de estudios con todos aquellos actores públicos y privados que buscan una sociedad más justa y fraterna. Nuestra Universidad, entendida en primera instancia como un yo colectivo que encarna un proyecto frente a la sociedad, tiene ante sí y frente a sus múltiples interlocutores una serie de preguntas que buscan fortalecer su identidad y consolidar su propuesta universitaria. Estas preguntas, entre muchas otras, son: ¿qué significa ser Universidad en la Puebla de principios del siglo xxi?, ¿qué significa ser universidad en la región más empobrecida del país?, ¿qué significa ser universidad en el norte del sur?, ¿qué significa ser universidad jesuita en tales condiciones?, ¿qué tensiones enfrenta la universidad al depender de muchas variables del mercado al mismo tiempo que su filosofía educativa la empuja a ser alternativa en medio del neoliberalismo?, ¿qué tipo de investigación es la que nuestra universidad debe generar?, ¿qué tipo de programas académicos tanto de licenciatura como de posgrado nos deben caracterizar?, ¿qué características debe tener nuestra docencia?, ¿cómo y en qué medida nuestra Universidad debe influir en la transformación de su entorno?, ¿qué aspectos de nuestro proyecto educativo hacen posible el vínculo entre fe y justicia? El presente ensayo tiene como objetivo ofrecer una postura frente al ser y quehacer de una universidad enclavada en un contexto que reta su filosofía educativa, su cultura organizacional, su oferta educativa y su yo colectivo. Y a ese contexto, ese lugar desde el cual nuestra universidad puede y debe responder a su ser y quehacer le llamaremos Sur. Parto de la hipótesis de que nuestra uia Puebla, obra educativa de la Compañía de Jesús, tiene en el Sur el referente epistemológico desde el cual puede ser más y mejor universidad, desde el cual puede ofrecer un servicio real y concreto a quienes más lo necesitan, desde el cual puede ser un factor que influya en la transformación de las principales variables que hacen posible una mejor calidad de vida para estos tiempos En suma, si nuestra Universidad opta por el Sur como horizonte epistemológico, estará dando un paso muy importante para responder de mejor manera a los signos de los tiempos.
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