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87 de la ética: “¿Qué es lo que quieres?”5 Siempre hay un toque humano presente en las relaciones desestabilizantes que se forman dentro y fuera del salón. Por eso está abierta “la finalidad del drama de la humanidad” (135) que hace de la educación, y, después, de la vida, algo misterioso. El otro eje transversal es un “método” con un doble enfoque. Uno está en el objeto de la asignatura, y el otro en el proceso consciente de aprender, ver la razón e identificar el porqué. Lonergan llama a éste “el método empírico genealizado”, un método que “opera en una combinación del dato del sentido con el dato de la conciencia: no trata a los objetos sin tomar en cuenta las operaciones correspondientes del sujeto; no trata a las operaciones del sujeto sin tomar en cuentas los objetos correspondientes”.6 Sin embargo, el asunto para los maestros y sus alumnos no es aprender un nombre o memorizar una definición, sino experimentar la praxis intelectual a través de ejercicios.7 Enseñar a los alumnos y a nosotros mismos a ser inteligentes luminosamente es el remedio a lo que López Calva llama “la educación del racionalismo” (Morin, 2001: 23-25). Esto no es tan sencillo, porque comúnmente y espontáneamente creemos en el “mito de los ojos”, un gran tropiezo que surge de nuestra orientación biológica-extrovertida, y que no es fácil superarlo porque puede provocar una crisis.8 Martín López Calva proporciona muchos “mapas” o diagramas para ayudar al lector en el proceso de auto-apropiación. Se nota la complejidad en diagramas, por ejemplo en las páginas 239 y 408, una complejidad que debe ser normativa para orientarnos hacia un futuro más humano. La complejidad de diagramas es una dimensión de la complejidad humana como fenómeno histórico en el advenimiento de la educación, sobre todo en las ciencias básicas. Nadie duda de que la tabla periódica fue un avance y una ayuda en el esfuerzo de entender la realidad química. Sin ejercicios e imágenes para fomentar el realismo crítico, la cultura educativa no será crítica y no será capaz de pensar en un futuro, nos deja miopes. Si la visión de la humanidad que estamos transmitiendo es confusa, truncada o alienada, es debido a que nosotros mismos somos confusos, truncados o alienados.9 En ra” tiende a desvanecerse cuando el estrés entero recae en la situación interpersonal, el intercambio psíquico de la presencia mutua, en los inicios de lo que puede resultar una unión de toda la vida”. Traduciendo libremente a Bernard Lonergan (1988: 219). 5 Cf. Las películas Mente indomable y Diario de una pasión, y las últimas líneas del poema “A Summer Day” de Mary Oliver (New and Selected Poems, Boston: Beacon, 1992): “Tell me, what is it you plan to do / with your one wild and precios life?” (p. 94) También véase las primeras palabras de Jesús en Juan 1:38-39. 6 Traducción libre de “it does not treat of objects without taking into account the corresponding operations of the subject; it does not treat of the subject’s operations without taking into account the corresponding objects.” Bernard Lonergan (1985: 141). En Complejidad y Humanismo, hay referencias al método generalizado empírico (véase las páginas 123, 231, 397ff, 450ff, 819). 7 En el ensayo “Insight revisited” (Visitado de nuevo) (1974), Lonergan definió Insight como un conjunto de ejercicios, no aeróbicos, sino “espiróbicos”: “The first eight chapters of Insight are a series of five-finger exercises, inviting the reader to discover in himself and for himself just what happens when he understands.” (269). 8 “Hay gente que tiene la impresión de que, mientras Tertuliano y otros de su época podrían haber hecho tal error, hoy en día, nadie lo repite. Nada puede estar más alejado de la verdad. Porque hasta que una persona haya hecho el descubrimiento personal que está haciendo el mismo error que Tertuliano en todos los casos, hasta que haya pasado por la crisis involucrado en superar su espontánea estimación de la realidad –y el temor del idealismo que está involucrado– todavía está pensando cómo pensaba Tertuliano. No es una señal de que uno sea un tonto o alrevesado. San Agustín fue uno de los hombres más inteligentes de la tradición occidental, y una de las mejores pruebas de su inteligencia es el hecho de que él mismo descubrió que, por años, no había podido distinguir entre lo que era un cuerpo y lo real.” Traducción libre. (B. Lonergan, 1996: 130). También véase la discusión de la transformación y la conversión en Educación humanística (29-34). 9 “El sujeto menospreciado no se conoce a sí mismo. El sujeto truncado no sólo no se conoce a sí mismo, sino que tampoco se da cuenta de su ignorancia y así, de un modo u otro, concluye que lo que él no conoce no existe.” Bernard Lonergan, “El Sujeto”, The Aquinas Lecture de 1968, bajo el patrocinio del Capítulo Wisconsin-Alpha de Phi Sigma Tau, the National Honor Society for Philosophy otras palabras, “si el analista padece un escotoma acabará por comunicarlo al paciente; de igual modo, si esta cosmópolis parece de por sí la aberración general de sentido común […] entonces el ciego acabará por guiar a otro ciego y ambos irán a dar a una fosa.”10 Una educación carente de reflexión crítica no puede hacer más que delegar a los maestros de ética, “critical thinking” o materias en las humanidades, la responsabilidad de formar personas íntegras, con una visión humanística. Pero el reto de transformar la visión del conocimiento no debe ser asunto de una carrera o un departamento, sino de un “método” transversal y de relaciones personales. La “filosofía” concebida no como una asignatura, carrera o departamento, sino como una praxis intelectual transversal, debe “fundamentar los métodos de las ciencias y promover, así, su unificación”.11 Tal vez sea hora de dejar de identificarnos como filósofos, científicos, escritores.12 El reto para nosotros educadores y otros actores es llegar a la altura de nuestro tiempo, y allí no vamos a llegar sin hacer ejercicios. Si no podemos llegar porque no tenemos el tiempo, el deseo y/o el talento para hacer ejercicios, por lo menos podemos adoptar una actitud o postura socrática, en el sentido de que seamos honestos e ignorantes auténticos. Uno de los siete principios que plantea Morin en su obra Los siete saberes necesarios a la educación del futuro, es que la educación debe garantizar el conocimiento pertinente y promover una “inteligencia general.” Propongo que tal conocimiento incluya una apreciación del rol de la universidad en las fases económicas. Esto es otra compleen la Universidad Marquette. Pronunciada el 3 de marzo de 1968 en el Peter A. Brooks Memorial Union. ©1968 por el Capítulo Wisconsin-Alpha de Phi Sigma Tau. 10 Bernard Lonergan, Insight. Estudio sobre la comprensión humana (1999; Apud. Educación humanista: 841). 11 Bernard Lonergan, Método en teología (1988: 97; Apud. Educación humanista: 819). 12 “Me he convertido de nuevo en algo que no tiene nombre: ni filósofo, ni sociólogo, ni científico, ni escritor. No quepo en rúbrica alguna, en ningún compartimiento.” Edgar Morin (1995: 199-200).

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