59 un medio que permite realizar su trabajo de autoempleo a mucha gente: jardineros, panaderos, afiladores de cuchillos, lecheros, repartidores, pintores, músicos, etcétera. Para hacernos más conscientes de las ventajas de las bicis, también hay que hacer notar los problemas que nos causa la dependencia en los vehículos motorizados: en primer lugar, cuestan mucho y se deprecian rápidamente, su compra-venta opera en un sistema de endeudamiento sin fin de las personas, su manufactura es sumamente contaminante, las grandes industrias automovilísticas dominan la economía y la política mundial, utilizan combustibles que emiten gases contaminantes que contribuyen al calentamiento global y al cambio climático. Curiosamente, los autos son aparatos en los que la gente siente que no son ellos mismos, sino que son alguien por el auto que conducen. Finalmente, el transporte en automóviles y vehículos motorizados es una de las principales causas de accidentes y muertes de muchas personas y animales. Es terrible ver que la ciudad de Puebla y muchas otras en México están diseñadas para los automóviles y no para las personas. La infraestructura responde a las necesidades de los automovilistas, no de la gente de a pie o en bicicleta. Todos deberíamos tener el derecho a transportarnos de manera económica, saludable, cómoda y segura; de forma autónoma, sin tener que depender de una compañía de transporte que determine nuestra movilidad. Tampoco deberíamos pagar altas cuotas de taxi en la vida cotidiana. Lamentablemente, sin un medio de transporte económico y seguro, la vida es muy difícil, y así es la vida de muchas personas en nuestras ciudades. La bicicleta no es un medio de transporte colectivo, siempre es individual o cuando mucho para dos personas. Contar con un medio de transporte como la bicicleta da la posibilidad de ir a la escuela, al trabajo, de compras, de paseo, visitar amistades, conocer mejor el barrio en el que vivimos y hacer amigos. Los ciclistas necesitamos que en las ciudades se habilite la infraestructura necesaria para circular con mayor seguridad. Varios cambios se requieren: acondicionar carriles especiales, puentes y señalización, pero, sobre todo, es necesario crear conciencia en las autoridades y automovilistas para que den mayor importancia y respeto a peatones y a ciclistas. A Puebla no le iría nada mal un cambio y modificación de vialidades para hacer posible el uso seguro de la bicicleta. Una ciudad con el patrimonio histórico que tiene Puebla podría tener rutas turísticas en bicicleta a los sitios de interés histórico o artístico. También se podrían hacer viajes en grupo a los alrededores, como a Cholula, Atlixco, Amozoc y otros bellos lugares. Éste sería un valor que agregaríamos a la ciudad para hacerla famosa, no sólo por su legado histórico, sino porque en el presente sus ciudadanos cuidamos el medio ambiente y a las personas cuando se transportan. Los ciclistas tenemos que hacer escuchar nuestra voz para que toda la sociedad nos oiga y nos vea más frecuentemente en las calles, en contingentes de ciclistas que a coro les digamos: ¡Bájate del auto, súbete a la bici!
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