Rúbricas 5

26 Primavera-verano 2013 cuatro especialidades profesionales: Educación especial, Psicología educativa, Psicología clínica y Psicología social. Es interesante contrastar esta variedad de opciones con lo que existía cinco años antes: estudios psicométricos para clínica o para selección de personal. En Iztacala no se estudiaba ni psicometría ni psicoanálisis, que constituían la médula de los planes de estudio anteriores. El movimiento conductista en México tuvo su mayor fuerza de 1972 a 1990. En ese periodo se produjo una gran cantidad de libros y artículos originales, se tradujeron los textos norteamericanos más influyentes y se atrajo a una gran cantidad de estudiantes sudamericanos que difundieron el movimiento en sus respectivos países: Brasil, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela. El interés de los practicantes no sólo era científico sino también social. Los psicólogos conductistas creían y querían tener en sus manos las herramientas para resolver los problemas sociales y educativos latinoamericanos y para crear sociedades más justas. El conductismo mexicano no se limitó a traducir, copiar y adaptar métodos o técnicas de modificación de conducta creadas en Estados Unidos. Si bien muchos practicantes mexicanos estudiaron maestrías y doctorados en las principales sedes conductistas norteamericanas, pronto fue evidente que se requería la creación de nuevas técnicas adecuadas a las condiciones mexicanas: trabajar sin presupuesto, en instalaciones casi siempre improvisadas, utilizando a estudiantes como “modificadores de conducta”, como parte de su instrucción universitaria que no pasaba de unas pocas horas a la semana. Existen muchos libros, tesis y publicaciones en los que se describen técnicas educativas, clínicas, y de rehabilitación creadas por los psicólogos mexicanos (Galindo et al., 1980). El doctor Edgar Galindo ha narrado la historia de la Psicología Mexicana e incluye una bibliografía exhaustiva de libros originales escritos por autores mexicanos conductistas (Galindo, s/f). En ese texto, resume así los principales logros del conductismo: 1. La investigación amplia y sistemática, a veces en campos nuevos en México, con métodos y técnicas modernos. 2. La investigación y el desarrollo sistemáticos de procedimientos aplicados para la educación, la psicología clínica, la psicología social y la psicología del trabajo. 3. La fundación de numerosos centros de investigación, de psicología aplicada y de formación profesional en México y en otros países de América Latina. 4. La organización regular de congresos, simposios y reuniones científicas a nivel nacional e internacional. 5. La publicación regular de libros y revistas. 6. La formación de varias generaciones de psicólogos y científicos de México y Latinoamérica. 7. El análisis polémico del papel social de la psicología y de los psicólogos en las sociedades subdesarrolladas. A esta lista sólo podría añadir el dotar a los psicólogos de un perfil profesional propio. Pero valdría la pena señalar que la tradición de incluir prácticas profesionales durante los estudios de licenciatura en Psicología se inició con el plan de estudios de Iztacala, que tenía cuatro semestres de práctica; muy posiblemente ese cambio marcó la pauta para nuevos planes de estudio como el de la Universidad Iberoamericana Puebla. El entusiasmo por el conductismo decayó en México y en todo el mundo alrededor de 1990. Podemos señalar varias razones: 1. Los textos de Skinner se convirtieron en una ortodoxia incapaz de incluir nuevos conceptos. Skinner mismo se opuso a considerar El movimiento conductista en México tuvo su mayor fuerza de 1972 a 1990. Fotografía: stockfreeimages.com

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