Rúbricas 5

50 Primavera-verano 2013 Posteriormente, en el estudio de los campesinos mexicanos en el estado de Morelos (Fromm & Maccoby, 1996), la intención de Fromm era valorar sus postulados teóricos –que tomaron como central la teoría psicoanalítica ubicada en su contexto socioeconómico– en función de la relación con los otros y sus determinantes sociales, con el trabajo y el modo de producción, aceptado en el enfoque de Marx (Fromm, 1962). El planteamiento implicaba saber cómo responderían los campesinos tradicionales, con un fuerte arraigo en sus orígenes patriarcales, derivados de un pasado feudal, ante los cambios ocasionados por la incipiente industrialización, la modernización y transformación que ofrecían a los medios de producción, lo cual se vivía en México en los años cincuenta. La investigación empírica tenía como objeto sustentar la influencia determinante de las condiciones socioeconómicas que forjan el inconsciente social y como éste determina las formas del trabajo de los individuos de un grupo, haciendo que éstos deseen actuar como tienen que hacerlo, al tiempo que obtienen la satisfacción del hecho al actuar en concordancia con los intereses y las necesidades del grupo; esto es propiamente el “carácter social”; lo que el economista Boltvinik (2005) reconoce como logrado. La estrategia conllevó la aplicación de un cuestionario con respuestas abiertas (Millán, 1993) en donde participó la mayoría de los adultos, hombres y mujeres de la población. Dentro de esta investigación empírica, además de los cuestionarios se desarrolló una intervención de los investigadores con la población campesina. Se participó en la creación de un centro de salud de atención médica y parasitaria, de una cancha de básquet, y en la formación de los equipos. Se exhibieron películas abiertas a la comunidad, y al final se hacían comentarios, tanto por parte de los asistentes como de quienes presentaron este incipiente esfuerzo de participación comunitaria. Se experimentó también con un intento de desarrollo de una pequeña empresa colectiva de producción, en lo que se llamó la formación del club de jóvenes, quienes forjaron y estuvieron encargados de una granja colectiva de producción de huevos y leche. Maccoby analizaba con ellos las dificultades personales que mostraban al desatender fatalmente las obligaciones contraídas. En el caso de los campesinos receptivos, con una clara tendencia al alcoholismo, fue más allá la participación de los investigadores, sobre todo ante la evidente cuestión de salud pública (física y mental), de cómo combatir ese padecimiento que se incrementaba notablemente en ellos, y que forma parte de lo manifiesto del carácter receptivo. Tendían a rentar sus tierras ejidales, su medio de producción; la desocupación y el ocio se hacían en ellos patentes aunque no se dejó de notar el influjo de la fuerza económica de las cerveceras, que con el tiempo se habían apoderado de las fiestas religiosas tradicionales del pueblo –con aparentes generosos obsequios de sillas y mesas para las festividades (centro motivacional indígena característicamente receptivo tradicional)–, siempre de acuerdo y en relación con el consumo de sus productos. El proyecto representó la comprensión profunda de las personas estudiadas; no sólo el lenguaje con que fueron respondidas las preguntas, sino que se contemplan, además, sus matices, errores de elocución inconscientes, lapsus, modulaciones fonéticas y la expresión de estados emocionales. Esto ofrece la posibilidad de una interpretación psicoanalítica, donde se resaltan las motivaciones inherentes de las respuestas y el mismo inconsciente que, en el caso del estudio del carácter social, abarca el inconsciente colectivo. Otros proyectos de investigación sociopsicoanalítica La iniciativa de un grupo de psicoanalistas1 que determinó su interés en una práctica social, nos condujo, en los años ochenta, a ampliar el panorama clínico que brinda el consultorio individual. El interés consistió en la aplicación del psicoanálisis para comprender y eventualmente participar en la transformación de las condiciones cotidianas, porque ofrece una visión amplia en beneficio paralelo al que confiere el trabajo de la clínica individual. El impacto que conmovió a la población del Distrito Federal frente al terremoto de 1985, y la respuesta inmediata de ésta, hermanada sin esperar los lineamientos institucionales, fue un evento que despertó interrogantes acerca de los recursos psicológicos latentes de dicha población, para definir una identidad de grupo con potenciales insospechados frente a la crisis. A partir de esa época, el Seminario de Sociopsicoanálisis a.c. ha desarrollado proyectos de trabajo en comunidades con personas que no suelen beneficiarse de la comprensión profunda del ser humano brindada por el psicoanálisis: a) Durante 10 años en una comunidad minera, partiendo del estudio de la formación del carácter social en los niños, que derivó en un proyecto de investigación participativa-escuela abierta; 2 b) En una comunidad nahua de la sierra norte de Puebla, al indagar cómo afecta el carácter social de las madres al primer vínculo emocional establecido con sus infantes, que sustentado en la “teoría del apego” (Bowlby, 1989) ha desarrollado 1 Sonia Gojman de Millán, Salvador Millán, Patricia González, Guadalupe Rosete y Guadalupe Sánchez. Poco a poco se integraron Ana María Barroso, Carlos Sierra, Angélica Rodarte, Esmeralda Arriaga, María Eugenia Guzmán, Luz Angélica Quintero, Lucina Montes, Juan José Bustamante, José Bretón, Belinda Cruz, Isabel Cruz, Patricia Hurtado y Gerardo Hernández. 2 Diversas comunicaciones sobre el proyecto se pueden encontrar en Cuadernos de Sociopsicoanálisis, 1990, 1991, 1992, 1993. Seminario de Sociopsicoanálisis. Copias del material pueden ser solicitadas a la Biblioteca del Seminario, nuevosemsoac@yahoo.com.

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