51 instrumentos (Main, 1993; 1994; Ainsworth, 1978; Hesse, 1999a; 1999b; Gojman et al., 2012 a y b) capaces de captar y demostrar en investigaciones longitudinales, el efecto trascendente en la vida adulta posterior de esos infantes (Sroufe, Egeland, Carlson & Collins, 2005; Gojman et al. 2012 a y b). c) En un centro para niños de la calle o niños trabajadores en riesgo de la ciudad de México, estudiando el carácter de éstos (Gojman y Millán, 2004), y a las madres adolescentes y sus infantes (Gojman y Millán, 2008), consolidando un espacio de escucha terapéutica para los niños y el apoyo psicológico para instructores de talleres creativos y trabajadores del centro. Proyectos participativos El Seminario de Sociopsicoanálisis A. C. ha buscado aportar los hallazgos encontrados en sus estudios a las mismas comunidades, con la finalidad de favorecer cualquier posibilidad de instaurar proyectos participativos, tendiendo a transformar su calidad de vida. A. “Escuela abierta” en fin de semana. El proyecto de investigación acerca de la formación del carácter social de niños en una escuela suburbana, en provincia, inició con los alumnos, los maestros y los padres de familia y se fue abriendo poco a poco hacia la comunidad. Se integraron líderes, hombres y mujeres, naturales de la comunidad, líderes mineros, incluyendo la cooperación de su sindicato en beneficio de la población escolar. Culminó con un taller de platería y una “escuela abierta”3 con clases de teatro, manualidades, pintura para niños y padres de familia, así como grupos de autoayuda para adultos en forma de cooperativas de producción artesanal y un grupo de alcohólicos anónimos. “La escuela abierta”, posteriormente dio origen a la apertura de una Casa de Cultura institucional que marcó el fin de nuestra participación. Nuestro trabajo duró nueve años. Consistió en visitas dominicales, una vez al mes, en jornadas de 8 a 10 horas de participación con los miembros de la comunidad. El intento de valorar el efecto en los escolares fue merecedor de un apoyo, por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (conacyt), al evaluar si existían diferencias en los cuestionarios de carácter social, comparando los cuestionarios iniciales con los obtenidos tres años después del trabajo comunitario (Gojman, 1991). B. Carácter social y apego. A partir del año 1997 comenzamos el proyecto de investigación fundamentado en dos teorías psicoanalíticas, que tienen en común resaltar la importancia de los procesos de relación para la conformación 3 Participaron activamente con el proyecto: Cristina Barros, Carlos Diaz, Tomás Granados, Verónica Espinosa, Carolina Politi, Rafael Ruiz, José Escurdia, Galia Eibenshutz, Sara Burguete, Filiberto Valdiviezo y Sergio Cházaro. de la psique: la teoría del carácter social de E. Fromm y la teoría del apego de J. Bowlby. Ambas teorías destacan el papel central que las relaciones primarias juegan en la motivación. Las dos resaltan la existencia de fenómenos inconscientes como origen de los actos y las formas de relación. Se reconoce que el afuera conforma la vida interna, la matiza y estructura. El proyecto estudió a diadas (madres y sus infantes) urbanas de clase media de la ciudad de México, y rurales de campesinas nahuas de la Sierra Norte de Puebla (Sanchez, & Almeida, 2005), esta última en colaboración con prade.4 Compartimos los resultados y sus implicaciones: en la ciudad de México con la liga de la leche y el centro de orientación para el parto, y en Puebla, con el centro de desarrollo infantil, y la comisión de derechos humanos, introduciendo a estos últimos, en el conocimiento de las manifestaciones aparentes de los efectos psicológicos de fragmentación mental, que se presentan por experiencias traumáticas, tanto en los casos de maltrato adulto como infantil. C. El proyecto con “Artistas por la Calle”. Participamos apoyando a la organización no lucrativa llamada “Artistas por la Calle a.c.”, en su trabajo con niños en situación de riesgo (Artistas por la calle, 2005). Tomamos parte de ese proyecto especial que intentó facilitar el acceso de niños y jóvenes –que sobreviven obteniendo su subsistencia diaria limpiando parabrisas– a actividades de creación artística en un espacio determinado, fijo, en un suburbio periférico de la ciudad de México, el cual permanecía abierto para el momento que quisieran asistir. Estos jóvenes y niños se involucraron en talleres diversos, tanto de manifestaciones plásticas como musicales, de actuación o cuando, por ejemplo, formaron espontáneamente un espectáculo circense que rotaba por las calles, y otro de animación digital, cuyos exponentes fueron merecedores de un reconocimiento internacional. El Seminario contribuyó particularmente (en dos ocasiones: 2005 y 2012) en la supervisión y asesoría psicológica a instructores de los talleres y dirigentes del proyecto, además en la creación de un espacio de escucha terapéutica, que se convirtió, en una “intervención en crisis”. Se atendía a niños y jóvenes que asistían voluntaria y esporádicamente o una única vez. En cada sesión se presentaba material cargado de intensa emoción, conductas grotescas o agresivas y muchas veces desorganizadas. Esto determinó que las sesiones terapéuticas fueran concebidas como únicas, lo que implicaba, para los terapeutas, una condición intensa y efímera a la vez. Reflexión final El Seminario ha formado psicoanalistas con orientación social, que participaron en seminarios teóricos sobre 4 Agradecemos la oportunidad de participación con la agrupación (Proyecto de Animación y Desarrollo, A. C.) que ha creado de manera permanente, por más de 40 años, un proyecto de desarrollo con la comunidad nahua.
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