Rúbricas Número Especial 2

38 Número especial, otoño 2013 tal vez es conveniente hablar con él, preguntarle qué pasa y si es posible ayudarlo; o pensar en otra dinámica, quizá simplemente baste con darle un momento para despejarse. Número dos: En el mensaje se deben emplear signos que hagan referencia a experiencias comunes de la fuente y el destinatario, de tal forma que se logre transmitir el significado (Fernández/Gordon, 1990: 12). Al trabajar con el mevyt se pretende que el educando reconozca que tiene conocimientos y saberes, aunque no haya asistido a la escuela, éstos fueron obtenidos por medio de la experiencia. Por consiguiente, al principiar cada tema nuevo, los libros le preguntarán si ha visto o escuchado hablar sobre tal o cual cosa; de igual manera, al brindar la asesoría, siempre se estará explicando a partir de objetos o actividades que resulten comunes para el adulto y que le permitan ampliar o corregir lo que él ya sabía. Número tres: El mensaje debe evocar necesidades de personalidad en el destinatario y a la vez sugerir algunas formas de satisfacer esas necesidades (Fernández/ Gordon, 1990: 12). Anteriormente mencioné que muchas de las personas que se acercan a un círculo de estudios lo hacen con la finalidad de distraerse un poco, de salir de la rutina o encontrar un lugar donde se sientan escuchados o cómodos. A partir de esto, implementé en mi asesoría actividades tan sencillas como convivios y, en verdad, me daba mucha satisfacción ver cómo las señoras se animaban sobremanera y empezaban a organizarse, se repartían labores, y el día del evento teníamos salón lleno. Aquellos que no asistían con regularidad, ese día seguro no fallaban y hasta contábamos con la presencia de algunos familiares; después de esto podía notarse un mayor compromiso y apoyo de unos hacia otros, pues se formaba un vínculo que les permitía pensar en el otro y apoyarlo o apoyarse en él. Entonces ya los mensajes y explicaciones no sólo corrían a cargo del asesor, sino que en ese momento unos enseñaban a otros la forma en que habían resuelto tal ejercicio. En otras ocasiones dejábamos de lado la asesoría para sólo platicar, intercambiar recetas, experiencias con los hijos o con el marido. Lográbamos cubrir la necesidad de pertenencia, de comprensión y así los conocimientos eran captados de mejor manera. Por último: El mensaje debe sugerir una manera de satisfacer esas necesidades, de tal forma que ésta sea apropiada a la situación del grupo en la que se encuentra el destinatario cuando se le incita a dar la respuesta deseada (Fernández/Gordon, 1990: 13). Con la información que se maneja en los módulos, el objetivo del Instituto y la propia información y experiencias que cada asesor lleva consigo, se intenta que el adulto, al concluir su educación básica, logre modificar de alguna manera, positiva obviamente, su conducta, estilo de vida y actitud; sin embargo, con todo el esfuerzo que se aplica en esta labor, en la minoría de los casos se logra un cambio evidente, porque no es posible, en un año o algunos meses, modificar lo que se ha aprendido en veinte, treinta o cincuenta años. Aun a sabiendas de ello y por esta razón es que se apela a las experiencias que cada uno trae para inyectarle nuevos conocimientos y herramientas que le permitan ser cada día una mejor persona, tanto en el aspecto laboral, como en el social y afectivo. En definitiva, el colaborar con el ieea me ha abierto muchas puertas, pero sobre todo me ha permitido desarrollarme y adquirir muchos conocimientos. Más allá de la gratificación económica, me ha dejado otras ganancias, entre ellas, la emoción que me da cuando voy por la calle y un educando desde el otro lado del camino me grita ¡adiós maestra!, o cuando los encuentro con su familia y me presentan diciendo: ¡mira, ella es mi maestra Nadia, es la que me ayuda a contestar mis libros!, en esos momentos mi ego no cabe en mi cuerpo, pero nada se compara con la satisfacción de saber que alguno de ellos decidió estudiar el bachillerato y que tiene un mejor trabajo o, más aún, que está pensando en una licenciatura; en ese momento sé que fui útil, que de cierta manera mi influencia y mi labor contribuyó para que esta persona modificara su patrón hacia la dirección que yo esperaba. Puedo decir, sin lugar a dudas, que todo se lo debo a la Ibero, porque me ha hecho una persona socialmente responsable, porque ser egresado de la Ibero Puebla te hace pensar en los demás, pero ser egresado de la Ibero y ser becario Pedro Arrupe te hace preocuparte siempre por los demás. Referencias Filosofía de la Ibero: www.iberopuebla.mx Fernández Collado, Carlos; Gordon L. Dahnke (1990). La comunicación humana: ciencia social. México: McGraw-Hill. EN DEFINITIVA, EL COLABORAR CON EL IEEA ME HA ABIERTO MUCHAS PUERTAS, PERO SOBRE TODO ME HA PERMITIDO DESARROLLARME Y ADQUIRIR MUCHOS CONOCIMIENTOS.

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