44 Número especial, otoño 2013 temente impulsado hasta la manipulación por la empresa televisiva. Incluso, viendo en retrospectiva, es posible decir que las estructuras paternalistas, patrimonialistas, opresoras y represoras del Partido Revolucionario Institucional no han cambiado y, por tanto, una plena y abierta oposición a él estaría más que justificada de ser el caso. Pero la gran valía de #YoSoy132 no está en su organización, en su manifiesto, en sus asambleas o en sus acuerdos. Lo que verdaderamente importa es la unión de los jóvenes estudiantes mexicanos, que de un golpe derribaron las barreras que habían mantenido un anquilosamiento de años. Cayeron las ideas preconcebidas que las universidades públicas tenían de las privadas y viceversa. Cayeron los estereotipos y las descalificaciones por clase o por capacidad de adquisición. #YoSoy132 mostró una nueva forma de insurgencia, no más ni menos válida que otras; una forma que salía enteramente de los estudiantes, creada por ellos, organizada por ellos y que se planteaba como un sujeto pleno dentro de la agenda política nacional con toda la seriedad y la plenitud para exigir lo que le corresponde de pleno derecho. No puede describirse la emoción de la unión solidaria y fraterna que mostró al país que en la juventud estudiantil, la criticidad y la solidaridad pueden ir de la mano; esa emoción hinchada de alegría al escuchar, por parte de compañeros del ipn, el grito: “ibero, aguanta, el Poli se levanta”. La emoción de caminar y conocernos juntos dentro de las Asambleas, de sabernos amigos de algunos, hermanos de otros, de ir creando comunidad. Ese es el sentir que #YoSoy132 ha generado en la conciencia de muchos, además del inicio de un cambio, porque el saberse parte, no de ese movimiento, sino de esa comunidad, empezamos a dejar de temer. El movimiento también apostó a darse una identidad y adoptó, como principal medio de lucha y definición, el arte, pero no en el sentido mercantilista, sino el arte para todos como un medio de transformación social para promover la criticidad y la exigencia de los derechos. El arte antes del debate en Puebla fue una muestra de lo que la organización de jóvenes puede hacer para luchar por la libertad de conciencia de las demás personas. Y así, a lo largo del todo el país, muchas LA GRAN VALÍA DE #YoSoy132 NO ESTÁ EN SU ORGANIZACIÓN, EN SU MANIFIESTO, EN SUS ASAMBLEAS O EN SUS ACUERDOS. LO QUE VERDADERAMENTE IMPORTA ES... Fotografía: Eneas’/ CC BY
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