45 han sido las muestras de que hay otras formas de lucha y de que el arte es en sí mismo una manera de generar comunidad de lucha y digna resistencia. La verdadera valía de #YoSoy132 está en sus acciones, que muestran una insurgencia diferente, pues es un movimiento que se plantea la urgente necesidad de recuperación del espacio púbico para la sociedad, que hoy está en manos de algunos grupos criminales o abandonado por miedo, un miedo bastante conveniente al Estado para lograr la desarticulación de cualquier atisbo comunitario que pueda oponerle resistencia; es por eso categórico recuperarlo, dado que sólo así podrá florecer un movimiento verdaderamente nacido de la cohesión social, que pueda hacer frente a la problemática de nuestro tiempo. También es diferente porque muestra un manejo inteligente de los medios de comunicación y de sus redes como una nueva forma de lucha estudiantil contra el poder estatal, ahora en manos de Peña Nieto, quien sólo sabe responder como lo hizo el 1 de diciembre: con una violenta estrategia de contrainsurgencia. Desde un principio, el movimiento planeó las bases teóricas que habrían de guiar su actuar a fin de trascender las coyunturas políticas y lograr formarse una base sólida de ideas. Se planteó derribar la ignorancia de la cual el poder mediático se vale para manipular a la población a favor de un candidato, trascendiendo así la elección y dando un salto hacia el verdadero problema: el monopolio de los medios de comunicación y su estructura antidemocrática como obstáculo para lograr la democracia auténtica en el país y como principal traba para el derecho de información y libre conocimiento de la verdad. Aunque ésta es, aún, una meta muy lejana. #YoSoy132 nos ha hecho parte de la historia; para muchos fue moda, y ya no están, pero para otros, ha sido parte de la vida y es por ello que debemos seguir en esta nueva insurgencia, porque al igual que en un principio, no tenemos miedo y, como ya he dicho, no hemos de tenerlo nunca más, pues una juventud informada y combativa debe ser el aliento que traiga ánimos revolucionarios a un maltrecho país que lucha día a día por la supervivencia, y tal vez así, algún día, podamos recobrar nuestra esperanza. LA UNIÓN DE LOS JÓVENES ESTUDIANTES MEXICANOS
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