Rúbricas XVIII Grupo de bibliotecas AUSJAL... 70 71 Rúbricas XVIII La biblioteca de Universidades Jesuítas. Desafíos ante el cambio de época Durante los años de pandemia 2019-2020 las reuniones no se suspendieron; en 2022 se llevaron a cabo siete reuniones mensuales, en las que el trabajo más fuerte se efectuó en el segundo objetivo estratégico, sin dejar de atender los dos restantes. El trabajo ha sido arduo para el gba, y los frutos se verán reflejados en el encuentro presencial programado para 2023 en la Universidad Rafael Landívar. Estamos seguros de que llegaremos a él con un trabajo sólido y una madurez en los procesos que nos sigan abriendo el camino hacia el desarrollo futuro, sin perder de vista que nos debemos a una identidad jesuita, humanista y de calado social. - Compartir la información, un imperativo del presente Lejos ha quedado la época en que la información se reservaba para un grupo selecto. Hoy es difícil encontrar el acceso cerrado a la información. En las universidades confiadas a la Compañía de Jesús, las bibliotecas son el centro de interacción entre la comunidad y los objetos de información para la generación de nuevo conocimiento. A la luz de los grandes avances tecnológicos, y en el siglo denominado “de la sociedad de la información”, esta consideración parecería una obviedad. Sin embargo, aun a pesar de que en la década de los noventa de la centuria pasada inició el estudio de los “bienes comunes del conocimiento”, el mercado de los recursos de información encarece su acceso. Frente a esta problemática, el gba trabaja estrechamente en favor, principalmente, de las comunidades de ciertas instituciones, cuyo presupuesto es limitado. Esta perspectiva, como se ha venido diciendo, es lo que nos hace ganar terreno a través de la cooperación bibliotecaria con un enfoque de solidaridad y apoyo al que más lo requiere. Es nuestro magis. Para el gba es fundamental mantener la cohesión y la perspectiva humanista de concebir a la información como bien común del conocimiento. Sirva el término para identificar aquello que producen las organizaciones humanas como objetos de información registrada en el ámbito de sus actividades: productiva, social, comercial, educativa, familiar, etc. En cualquier actividad se generan productos informacionales útiles para la sobrevivencia de la especie. Una forma altamente especializada es la que se genera como producto de las labores académicas en las universidades. Específicamente, este tipo de información es la que alcanza un alto valor en el mercado de bienes y servicios. En la actualidad, un artículo de investigación supera los 30 dólares. Imaginemos cuánto cuesta un repositorio de diez títulos de revistas, con cuatro números al año de ocho artículos cada uno. Se eleva a una gran suma. La batalla de cada biblioteca universitaria estriba en su inaplazable misión de satisfacer las necesidades de información, aun a costa de las inclemencias del mercado. Por ello consideramos relevante y urgente el diseño de modelos de conocimiento abierto a través de la integración de repositorios propios, así como de compartir la información de paga con nuestros asociados, en el entendido de que, al crear consorcios regionales e identitarios, nos favorece, ya de por sí, la colaboración en los flujos de información. Hacia allá es adonde debemos encaminar nuestros esfuerzos como gba: a establecer políticas de acceso abierto que faciliten la distribución sustantiva de la información en las comunidades universitarias que, al final, serán quienes realizan trabajo colectivo en las comunidades y que, a su vez, reciben de regreso, la información de las localidades. No solamente hablamos de un tipo de transferencia informacional, sino de un intercambio, un “dar” y un “recibir”. Los bienes comunes de la ciencia y las comunidades académicas son, sobre todo, sociales y de información. Suelen consistir en bienes no rivales que pueden utilizar y compartir muchas personas sin agotar el recurso (Bollier, 2016: 59). Esto significa que, entre más y mejor se distribuya y use la información, sus alcances serán del mayor espectro. Y esa será la ganancia. Hoy es el imperativo. Foto: Pxhere
RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3