Rúbricas XIX Reseña del libro: Zepeda, Alfredo (2023) 106 107 Rúbricas XIX Modelo de educación integral en el actual contexto decir, el territorio, el sistema de cargos, la faena o trabajo común y la asamblea, escrito en 2018. En seguida Zepeda refiere la importancia del maíz en colectivo haciendo alusión al título de esa misma primera sección y a propósito de una participación en una audiencia del Tribunal Permanente de los Pueblos de 2012. Este primer apartado cierra con un texto de 2014, compartido en la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México, titulado “Iglesia y violencia. Los pueblos indígenas”, en el que Zepeda ofrece siete propuestas indispensables para las iglesias ante desafíos identificados como la deforestación, la “reprivatización de los bienes comunales”, la invasión de las mineras, las expropiaciones de la economía campesina y de la atención a la salud, la devastación de la vida campesina, la emigración en condiciones de alta vulnerabilidad hacia destinos urbanos en México o al otro lado del Río Bravo. Una segunda sección del libro, titulada “Autonomía Aquí y en Harlem”, contiene seis textos que parece ser en su mayoría previos al 2006. Las siete fotografías que se encuentran en esta sección muestran a jóvenes trabajadores de restaurantes y cocinas de Nueva York compartiendo con el equipo de Radio Huaya, a jornaleros agrícolas en la manzana de Washington, así como a hombres y mujeres con mochilas, morrales, sombreros y cachuchas cruzando majestuosas montañas próximas al cruce de tres de los principales troncos lingüísticos de pueblos amerindios en México (p. 86). Alfredo Zepeda concluye el último de los textos en la sección, titulado “Quince años de migración continua”, argumentando que: La emigración no es fenómeno. Forma parte ya de la vida y de las comunidades indígenas. No el “sueño americano”, sino la necesidad impuesta del dinero la desató. La emigración de los indígenas, hombres de maíz, se enmarca en la guerra declarada por el gobierno de los dos países y por las empresas que no respetan fronteras para desbaratar el modo de vida campesino y de la comunidad. En la guerra se arriesga la vida. Un destello es el episodio de Rey Bonilla, apostándola en el desierto de Arizona, controlado por los narcos, plagado de migras y vigilado por los sensores de movimiento que la empresa de los aviones Boeing, contratada por Bush, instala en la línea (p. 87). La riqueza del análisis que ofrece esta parte del libro sin duda recae en que Zepeda rescata testimonios y casos cercanos como los de Lorenzo Téllez (migrante otomí de retorno), la Panchita (“una coyota muy organizada y segura”, p. 59), la llamada telefónica anunciada en la radio a Norberta Fernando (de su esposo Rey Bonilla), el proyecto de casa en México de Chucho Reyes enviando dólares a su esposa Josefina, o con la “credencial mentirosa” de Rey Cristóbal con la que cobra su salario en un banco estadounidense. Este segundo apartado del libro no solo hace referencia a la migración internacional, sino también a la migración interna o doméstica, por ejemplo, a las tunas de Teotihuacán u otros cultivos en Colima, Michoacán y Tepic, así como a múltiples formas de violencias y dinámicas transculturales derivadas de políticas migratorias que soslayan derechos humanos. “A la mitad del mundo”, “La palabra, los hechos, la relaciones” y “Lo primero es ser humanos” son las últimas tres secciones del libro que de alguna manera también representan una segunda parte en cuanto a contenidos temáticos enfocados en la movilización colectiva indígena, el trabajo de la radio comunitaria de Huayacocotla y las fuertes críticas a programas gubernamentales individualizantes; programas improvisados o que ignoran a la comunidad o la supeditan al individuo. “Resistir es también saber esperar como se espera a que jiloteen las milpas y maduren los elotes. La resistencia siempre es activa y navega en el mar agitado de las agresiones” (p. 111) sostiene Zepeda luego de referirse a su caminar y seguimiento tanto del Comité de Defensa Campesina (cdc) como de la Unión Campesina Zapatista (ucz) en el texto titulado “Se arriesgan juntando la desesperación a la esperanza”. Luego, en colaboración con Pedro Ruperto Albino, se expone la metáfora de la palabra colectiva, que justamente es la que alcanza tan lejos: “La misma palabra que se amplifica el día de la faena, el trabajo común de la comunidad” (p. 126). En seguida ellos agregan: “En las comunidades indígenas la palabra es cercana e inmediata […] Porque la relación comunitaria es anterior al individuo” (p. 128). Pedro Ruperto Albino y Alfredo Zepeda concluyen en su texto que: Aquí y en el otro lado resisten las comunidades con la fuerza de brindarse los saberes en la palabra compartida, con la maestría en tender redes y colectivos, con la experiencia de mirar los tiempos largos y romper fronteras y obstáculos sin detenerse a pedir credenciales o licencias.
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