Rúbricas 19

Rúbricas XIX El modelo educativo de las universidades jesuitas en México... 42 43 Rúbricas XIX Modelo de educación integral en el actual contexto quienes integran grupos empobrecidos, excluidos, violentados y marginalizados, así como el deterioro progresivo del planeta y el abuso hacia los ecosistemas. - ¿Qué podemos hacer mejor? Conocer con mayor profundidad a las generaciones de jóvenes Uno de los tópicos de mayor discusión en las instituciones de educación superior es el perfil de las y los jóvenes que conforman el estudiantado universitario; las opiniones comunes se caracterizan por la crítica hacia sus prácticas de consumo cultural, sus insuficientes bases académicas para la licenciatura, la falta de proyecto personal, su incapacidad de poner atención y comprometerse con el aprendizaje, entre muchas más. Sin negar todos esos señalamientos, es necesario reconocer que se realiza poca actualización y difusión de los perfiles estudiantiles con sus luces y sombras, porque los cambios son acelerados y van de la mano de procesos socioculturales que influyen de forma decisiva en sus prácticas y sistemas de creencias. Esto obstaculiza el reconocimiento de las habilidades que van desarrollando y que pueden estar al servicio de su aprendizaje; ejemplo de ello es que, en general, tienen buen manejo de otros idiomas, competencias digitales iniciales, competencias informativas iniciales, competencias de sostenibilidad iniciales, apertura hacia lo nuevo y diferente, interés en el autoconocimiento, consciencia básica sobre desigualdad y privilegios. La unesco publicó, en el año 2022, La educación superior que queremos: las voces de la juventud sobre los futuros de la educación superior; esta consulta, realizada a jóvenes de varios países, señala aspectos interesantes que pueden servir de guía en las actividades preparatorias para ajustes curriculares, pues solemos involucrar al estudiantado en la evaluación, pero poco en el diseño y las prospectivas. - Dialogar sobre las creencias del profesorado Las concepciones docentes sobre la calidad académica y la idea de éxito personal requieren revisión periódica, sobre todo porque las creencias fundamentan la práctica educativa desde los discursos, los métodos didácticos, el trato a cada estudiante, la forma de evaluar el logro de los aprendizajes. En este rubro está la exigencia académica, que ha llegado a ser un instrumento de poder docente que incrementa el estrés estudiantil a niveles de deterioro de la salud emocional, pues otorga centralidad al reconocimiento de la autoridad y no al aprendizaje; en el otro extremo se encuentran las prácticas negociadoras que ponen en el centro a la relación docente-estudiante, sin priorizar el aprendizaje. En medio de los extremos se encuentran diversas y mejores prácticas basadas en diferentes concepciones, muchas que dan centralidad al aprendizaje de cada estudiante, más importancia a la persona que a los contenidos o al reconocimiento de la autoridad docente. - No temer a los recursos digitales y a la inteligencia artificial La llegada de las herramientas de inteligencia artificial a la educación puso en marcha la creación de dispositivos, normas e invitaciones al uso ético de estos recursos; en muchas universidades se ha discutido sobre la integridad académica; las universidades jesuitas han hecho lo propio. Esto se une a las reflexiones derivadas de la migración forzada a la virtualidad durante la pandemia por COVID-19, creando un tópico particular en torno a las modalidades educativas con el uso de tecnología. No es la mayoría del profesorado la más entusiasta en incorporar la tecnología como un recurso para el aprendizaje; esto se puede apreciar en las actividades de formación docente; sin embargo, las tendencias son claras y habrá que profundizar en el papel que corresponde a la tecnología y el del profesorado, porque si un docente utiliza la tecnología para sustituir su papel, como dice el adagio, podría terminar siendo sustituido del todo. Foto: Camila Abascal López

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