119 La imago m e x i c a n a en la obra de José Lezama Lima, Javier Hernández Quezada. UIA, Puebla, 2011. Una de las frases más citadas de José Lezama Lima es la que aparece al inicio de La expresión americana en la que asegura que “sólo lo difícil es estimulante”, en esta ocasión debo resignarme a engrosar la fila de quienes así lo han hecho y, con ello, incurrir en el peligro de convertirla en un lugar común; lo lamento, pero es que no encuentro otra causa mejor que el intoxicante estímulo de la dificultad para explicarles por qué demonios Javier Hernández Quezada se lanzó a acometer una de las exploraciones más desafiantes e improbables que un crítico literario pueda concebir: la que implica recorrer y desbrozar la abrumadora selva verbal que constituye la obra de Lezama Lima para recuperar la imago que de lo mexicano quedó cifrada allí. Por si hay alguien ahí que no haya tenido el gusto –y el susto– de internarse en esos territorios legendarios y crean que exagero, sólo hace falta transcribir la expresión sintética que quizá mejor da cuenta de la naturaleza, dimensiones y complejidad del proyecto literario de Lezama Lima; la pronunció José Prats cuando definió a Lezama como “el más arrogante y ambicioso escritor de habla hispana desde Góngora”; ni más, ni menos. El parentesco que por la vía de la desmesura establece José Prats permite aludir al principal paralelismo que vincula a Don Luis con Lezama Lima: ambos inauguran en el español un nuevo registro, una nueva dimensión expresiva, resultante de su necesidad de inventar una lengua capaz de dar cuenta de una realidad nueva y muy otra; una realidad dislocada y excesiva; histórica pero también meta-histórica, imposible de ser vertida en los viejos odres de la tradición, tal vez porque al final nos daremos cuenta que esa realidad es indecible… pero mientras tanto –como también recuerda Prats que decía Lezama– “no queda más que lanzar la flecha” y eso es lo que importa, no dar en el blanco. Ahora ya puedo completar la metáfora que ilustra la “sencilla” tarea que realiza Javier Hernández Quezada en el libro que aquí reseño: perseguir en su trayecto una flecha que lleva grabado el nombre de México a lo largo de una selva espesísima. El proyecto del autor, expuesto puntualmente en la introducción, aborda cuatro momentos de la obra lezamiana: el “Coloquio con Juan Ramón Jiménez”, de 1936, el homenaje a México contenido en el número 13 de la “El diario de su viaje fugaz a México” Fotografía: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/ab/ capilla_del _rosario_puebla_2.jpg, recuperada el 20 de Enero de 2011
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