71 Hoy la cepal, el Banco Mundial y otros organismos de la onu y de la sociedad mundial ofrecen una perspectiva bastante más optimista de América Latina, a pesar de la crisis internacional de 2008-2009. Gracias a una década de mejoría económica y social en la región como un todo y a la recuperación del dinamismo en el periodo 2010-2011, también el apoyo a la democracia ha crecido. La situación presenta contrastes importantes de país a país: con mayores niveles de crecimiento generación de empleos y salarios reales y expectativas de bienestar en países del Cono Sur como Perú, Chile, Ecuador, Panamá, Uruguay y Brasil; y menores en Centroamérica, Caribe, y particularmente México, que se han quedado rezagados dada su estrecha vinculación a la economía estancada de eua y que experimentan en las últimas fechas un menor avance económico y social, mayores niveles de desempleo y de salarios reales, el resurgimiento de la pobreza y el impacto del crimen organizado y la falta de seguridad. Es difícil predecir el futuro cuando la crisis internacional todavía no se supera y existen horizontes de estancamiento o muy bajo crecimiento, desempleo y problemas financieros en el corto y mediano plazo en eua, Europa y Japón, los tradicionales socios de Latinoamérica. Pero el cambio en el mapa económico internacional –con el rápido crecimiento de China, India y Asia en lo general y la gran demanda de materias primas y otros bienes latinoamericanos hacen prever en la década que comienza tasas altas de expansión de la producción y los mercados de la región y con ello de los empleos y el consumo de las clases medias. Esta perspectiva torna a los latinoamericanos más confiados en sus propias capacidades y más optimistas respecto al futuro. No hay duda también que los programas de combate a la pobreza, a la desnutrición, a las carencias de salud y educación, en el marco de los objetivos del Milenio y de los propios programas nacionales de gobierno, han tenido impactos positivos en la región Gracias al crecimiento económico y al fortalecimiento de la red de seguridad social, la proporción de latinoamericanos en situación de pobreza sólo creció marginalmente en 2009 en el momento más álgido de la crisis internacional; recuperando sus niveles recientes en 2010 y el primer semestre del 2011 (cepal). Sin embargo, Latinoamérica sigue enfrentando, hoy como ayer, una serie de viejos y nuevos retos que permanecen y adquieren nuevas modalidades y que pueden agravarse en la década que se inicia. El crecimiento económico es frágil y el ahorro interno y la inversión son insuficientes para generar los empleos que demanda una creciente población. Fotografía: Morguefile.com
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