Rúbricas 2

87 Es difícil imaginar que una entidad de gobierno, como el municipal, deje de desarrollar y poner en práctica un conjunto de planes y programas que intervienen en el ámbito de lo urbano y que pretendidamente intentan transformar la realidad del espacio de la ciudad. Atendiendo a datos de diferentes fuentes de información y a observaciones de campo es posible afirmar que una porción significativa de las colonias que conforman el área urbana del municipio de Puebla, están en condiciones de pobreza y marginación. Una parte importante de estas colonias se localizaban en la periferia urbana. Sabemos que, dado el proceso de expansión y dispersión al que ha respondido el comportamiento del espacio urbano en el municipio de Puebla, como resultado de la estrategia puesta en marcha en la década de los años sesenta de anexar territorios de municipios aledaños al de la capital poblana y, contrario a lo planteado por aquel decreto,1 el resultado ha sido alta marginación social y vulnerabilidad territorial. Figura 1. Plano indicativo de los límites de municipios anexados con el Decreto del H. Congreso del estado de Puebla del 6 de septiembre de 1962. Por otra parte, el espacio central de la ciudad, para algunos el entendido como “centro histórico”, padece de características similares a los barrios periféricos debido, fundamentalmente, al abandono de aquel espacio como lugar de habitación que conlleva problemáticas como la segregación social, terciarización con tendencia exclusiva en su uso, alta especulación inmobiliaria, infraestructura decadente y, como consecuencia, deterioro físico espacial, vulnerabilidad y riesgo social. 1 Decreto del H. Congreso del estado de Puebla de 6 de septiembre de 1962. Fuente: Periódico Oficial del Estado de Puebla, Archivo del H. Congreso del Estado de Puebla, martes 30 de octubre de 1962, tomo clxxxix, número 351962.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3