Rúbricas 2

PALABRAS DE BIENVENIDA AL SEMINARIO LATINOAMERICANO DE POBREZA Y POLÍTICA SOCIAL David Fernández Dávalos Rector de la Universidad Iberoamericana Puebla Distinguidos miembros de la mesa de honor: Apreciados investigadores y académicos que nos visitan de otras latitudes, queridos miembros de nuestra comunidad universitaria, amigas y amigos todos Antes que nada quiero darles la más cordial de las bienvenidas a nombre de nuestra Universidad y del mío propio. Esperamos que su estancia en esta hermosa y cálida ciudad sea igualmente productiva y placentera. Es razón de ser de ausjal y de nuestro Sistema Universitario Jesuita en México formar profesionales de alta calidad académica, pero también con conciencia sobre los principales problemas de su entorno y con el compromiso de aportar en la transformación de éste. Igualmente, nuestras universidades pretenden construir y obtener conocimiento sobre la realidad, que sea útil para transformar esa misma realidad, que sirva como insumo para la toma de decisiones. Desde luego, debería ser objetivo de cualquier universidad pensar qué sucede en la realidad de nuestros países; decir una palabra informada y crítica que aliente a la sociedad a caminar por el sendero de la justicia, de la democracia, de la equidad, del respeto a la naturaleza, del desarrollo sustentable, de la ética, del estado de derecho, en fin, de la consecución de condiciones suficientes para que la vida de la gente sea buena y digna. A la luz de esta inspiración e identidad, ausjal ha definido el tema de la pobreza como una de sus líneas prioritarias de investigación y acción social. ¿Por qué? Porque la pobreza –contrario a todo lo que se nos ha ofrecido– es un problema creciente, que se presenta con intensidad variada y bajo múltiples formas en el entorno latinoamericano y constituye un problema crítico de nuestra época a escala mundial. Un problema que se presenta con diversos rostros: en el incremento de la mendicidad infantil; en el empleo precario; en las condiciones de vida insostenibles para las familias pobres urbanas y rurales; en la reducción de posibilidades de acceso a créditos y a servicios básicos de salud, educación y vivienda para segmentos cada vez mayores de la población, pero cuya complejidad es necesario desentrañar por medio de la investigación, de difundir a los alumnos a través de la docencia y la reflexión, y hacer extensivo ese conocimiento a la sociedad a través de la proyección social. Al profundizar en las causas de la pobreza y los diversos factores que la agudizan, nuestras universidades enfrentan un problema real donde el conocimiento y la reflexión resultan insuficientes si no se acompañan del diseño de acciones bien definidas y de proyectos consistentes en los cuales las capacidades de los universitarios se pongan al servicio de quienes padecen la pobreza,

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