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formando el
mosaico [ 10 ]
EL ÉXITO NO SE MIDE
CON MONEDAS, SINO CON
LO QUE PUEDAS HACER
CON ELLAS
Por Lucía Elena Castillo Ortiz, alumna de la
Licenciatura en Relaciones Internacionales
Ilustración: Edith Hernández Durana
P
oder, riqueza, privilegios, lujos, placeres, dinero, po-
sesiones. Todo forma parte de una concepción lo
suficientemente errónea como para ser considerada
mediocre y me refiero a la concepción de éxito. Es
sencillo saberlo, pregúntale a cualquier niño de diez años su
definición de éxito y aterrorízarte por el mundo en que vivi-
mos. El problema es que hemos reemplazado el
ser
con el
tener
. Para nuestra realidad, no eres exitoso, sino tienes éxito.
Tener es acumulación y el éxito no es pleno si no se com-
parte. Acumular riquezas y bienes pueden garantizarnos tener
muchas comodidades, pero no sentirnos bien con nosotros
mismos, puede comprar compañeros y visitas, pero nunca
a unos buenos amigos, puede pagar los mejores hospitales
pero no curar una enfermedad incurable. ¿Qué es el éxito sin
seres queridos para compartirlo?
Cuando eres, es tu esencia la que se fortalece. Eres exitoso
cuando sabes que no puedes vivir solo de amor y de dine-
ro, pero tampoco puedes apartarlos de tu vida. Eres exitoso
cuando es más fácil decir que no, que inventar excusas y son
respetadas tus decisiones. Eres exitoso cuando demuestras,
que tú tienes el control sobre tu vida y las posesiones dejan de
marcar tu camino.
Sin embargo, el
ser
y el
tener
no están peleados, siempre y
cuando conozcamos la diferencia. No dejemos de ser para te-
ner y no dejemos de tener para ser. Podemos disfrutar de nues-
tra vida sin dejar de ser nosotros mismos y podemos ayudar
sin perder nada a cambio. Al contrario de las ideas hegemó-
nicamente impuestas, no siempre se necesita de dinero para
ayudar. Existen muchas personas muy ricas que solo quieren
que alguien los escuche y existen muchas personas pobres
que solo necesitan que les brinden tiempo.
El éxito no se mide con monedas, sino con lo que puedas
hacer con ellas. El éxito se mide con lo que lograste conseguir
gracias a tu esfuerzo. Cambiemos el paradigma y podremos
cambiar nuestro mundo. El día que dejemos de ver la univer-
sidad o el trabajo como un medio de acumulación y comence-
mos a pensar en ellos como una manera de crecer como per-
sonas, podremos preocuparnos un poco menos por el futuro
de la humanidad. Podemos ganar y ser exitosos, pero tam-
bién podemos caer, aprender y ser igual de exitosos, porque
toda victoria compartida, al igual que las penas, saben mejor.