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formando el
mosaico
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El fracaso también cuenta
Ilustración: Joshua Castillo Torres, alumno de la Licenciatura en Diseño en Ineracción y Animación Digital
L
a vida es un largo corredor lleno de pistas y puertas que
deseamos atravesar del modo más satisfactorio posible, el
éxito, que es a menudo una fuente de felicidad nos permite
experimentar esto de manera efímera dando la impresión
de que hemos recorrido un largo trecho de dificultades y hemos
triunfado, pero ¿Cuántas veces debemos triunfar en la vida?,
cuantas veces no nos preguntaremos qué tan larga será nuestra
existencia y cuantas serán las veces que hemos de sobrepasar
indefinido número de obstáculos para llegar a saborear ese pe-
queño placer que nos ofrece el éxito.
Un momento tan fugaz, disperso a lo largo de nuestras exis-
tencias ¿es lo que nos brindara de felicidad?, es por esta razón
que buscaremos acumular el mayor número de victorias, ¿Para
ser recordados y depositar en esos momentos nuestra placidez?
¿Qué pasara entonces con lo demás?
Por Ana Patricia García Ibargüen, alumna de la Licenciatura en Relaciones
Internacionales
E
s curioso que por lo general, la meta que nos inculcan desde niños es conseguir
éxito, pero ¿qué significa realmente esta palabra? Para algunos tiene un signifi-
cado económico, para otros es emocional, personal o un logro que se consigue
a través de méritos, habilidades y experiencias.
Sin embargo, a pesar de lo que significa el éxito, me gustaría detenerme en hablar
un poco acerca del trayecto seguido para llegar a él. Existen dos senderos, el primero
es un camino recto y sencillo, el cual nos lleva hacia metas fáciles de conseguir y no re-
quiere gran esfuerzo más que utilizar las habilidades de las cuales somos conscientes. En
cambio en el segundo camino, nos encontramos con dudas acerca de lo que pensamos
conocer con certeza, con experiencias difíciles de enfrentar y sobretodo con el fracaso.
El éxito tiene un mejor sabor cuando hemos probado todo lo opuesto a él y nos hemos
enriquecido de ello, pues es así como sabemos lo que es obtener una recompensa por
un esfuerzo que sabemos nos costó gran trabajo. La satisfacción, sin embargo no es in-
dividual, desde el momento en el que llegamos a este mundo vivimos en sociedad y por
consiguiente el éxito se disfruta más cuando es en conjunto.
Lo importante no es llegar al éxito, sino el mérito, la intención y el trayecto seguido
para llegar a él.
Por Elena Gizli
¿Meta alcanzable?
Los fracasos y decepciones forman parte también del camino,
para aprender a bailar debes pisar a tu pareja incontables veces,
caerte, hacer un movimiento una y otra vez hasta estar comple-
tamente agotado, etc., estos intentos te dejarán frustrado, y el
tiempo necesario para convertirte en un buen bailarín te dejará
desconcertado y desanimado pero también te vas a reír, ejercitar
y agilizar.
Por esto debes contar también los fracasos, porque éstos se
convertirán en méritos que darán a tu victoria legitimidad y satis-
facción dejándote no solo con el dulce sabor de la victoria, sino
también con el fabuloso agridulce sabor de la trayectoria.
En la universidad, día con día nos enfrentamos a esto, en nues-
tras actividades diarias pasamos por incontables victorias y derro-
tas, pero la vida tiene muchas hojas y no solo podemos contar el
final feliz sin la narración del cuento ¿O sí?
Todo fracaso es el condimento que da sabor al éxito.
Truman Capote
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Las personas no son recordadas por el número de veces que
fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito.
Thomas Alva Edison