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tesela
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no, siempre manteniendo firmemente sus ideales. Sin embargo
constantemente hay algo que tratará de detenernos, ya sean di-
ficultades o miedos, antes era la oscuridad a la hora de dormir,
o el monstruo que se esconde en el armario, ahora esos miedos
cobran un disfraz de realidad, el campo laboral de su carrera es
muy encarnizado y difícil de triunfar; es curioso como lo que ella
teme es justo lo que la motiva a esforzarse, a crecer, a ser mejor
cada día. Para triunfar en el mundo de la comunicación hay dos
opciones, o tienes mucha suerte, o eres el mejor.
A pesar de todo -las dudas de saber si triunfarás, las mentiras
o la envidia-, ella ama su carrera. Le parece sumamente intere-
sante la importancia de la comunicación en la vida cotidiana, el
arte de saber escoger las palabras exactas para que el mensaje
que quieres entregar no se malinterprete, el poder que tienen los
medios para generar héroes y villanos -ellos nos dicen que amar
y que odiar, etc.-. Hay tantas cosas que disfruta de su carrera,
entusiasmándole aprender más sobre la dirección, ella es capaz
de imaginar cómo se vería bien una fotografía pero no se siente
capaz de tomarla, unirse con profesionales en sus distintos ám-
bitos sería lo ideal para ella.
Y ahora ella es la voz de todos nosotros, me refiero al alumna-
do, fue escogida para representarnos en el Senado Universitario,
el cuál es la máxima autoridad de la Universidad y toman muchas
decisiones importantes -por ejemplo, presupuestos, programas
de integración, desarrollo educativo, etc.-. En el Senado se ha-
llan representantes de los distintos sectores de la Universidad,
incluyendo a un representante de los alumnos. Su ingreso al Se-
nado fue un voto unánime por todos los miembros y ahora recae
presión sobre ella, aunque Zaira es perfectamente consciente de
que en este puesto tiene que ser más que ella, porque aunque
es Zaira la que se sienta en el Senado, de su voz salen las voces
de todos los alumnos, ella sabe que no sólo tiene que procurar
su bien sino el de todos; mirándola a los ojos mientras me cuenta
esto, me convence de que ella hará un excelente trabajo.
Aquellos dos lados de Zaira que mencioné antes vuelven a
hacer presencia, en 10 años se ve realizando cualquiera de estos
dos trabajos, asesora de imagen pública de políticos o editora
en una revista de modas. El lado gris y el lado rosa libran una
encarnizada pelea para ver cuál camino prevalece.
Al platicar con ella pude darme cuenta, que verdaderamente
es una persona que vive para los demás, no sólo se preocu-
pa por su bien sino por el de todos los que la rodean, y estoy
convencido de que sea lo gris o lo rosa lo que triunfe, ella será
realmente exitosa.