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Ser para los demás y crecimiento
personal
Según mi opinión cuando el P. Arrupe propuso
“ser para
los demás”
hablaba de tener una vida de servicio a la comu-
nidad, o procurar servir para el bien común evitando el indivi-
dualismo egocéntrico del modelo económico – social de nuestra
cultura occidental contemporánea que tantas consecuencias
negativas lleva consigo. En estas líneas quisiera relacionar esta
conducta de SERVICIO, muy propia de la espiritualidad de San
Ignacio
“para en todo amar y servir”
, con nuestro crecimiento
personal, según lo proponen maestros de la Psicología Existen-
cial Humanista.
La esencia de ser persona es la relación de
ser para otro
, por
eso no podemos crecer como personas si no nos relacionamos
con los demás. Dicen los psicólogos que el primer rostro humano
del que ordinariamente somos conscientes es el de nuestra ma-
dre. El límite de la falta de relación con el otro se llama autismo
y eso no ayuda al crecimiento personal, es en términos clínicos
una patología, una enfermedad que frena el crecimiento personal.
Ser persona como nos dice Carl Rogers es desarrollar nuestra
personalidad en relación con el otro y con los demás con
congruen-
cia, aceptación
y
empatía
como actitudes básicas para una buena
relación que propicie el crecimiento personal y la comunicación.
En “El proceso de convertirse en persona” Roger nos dice
después de enunciar muchos problemas por los cuales van perso-
nas a consultarle: “Podría seguir enunciando infinidad de problemas
con que la gente se acerca a nosotros… no obstante he llegado a
pensar que de esta intrincada multitud horizontal de problemas, tal
vez exista un único problema.. ¿Quién soy yo realmente?”.
Esta actitud fundamental Martín Buber la llama la palabra pri-
mordial YO-TÚ que solamente puede decirse con verdad desde
la profundidad del ser, no es apariencia, sino verdadero encuen-
tro y apertura del interior de la conciencia que se ofrece a la
otra consciencia, es decir, es una relación de persona a perso-
na, no es el uso de un individuo como una cosa. Solamente en
la relación YO-TÚ se da el crecimiento personal que manifiesta la
relación de amor auténtico.
Esta actitud personal es la búsqueda de sentido de la vida que
Víctor Frankl pide en la Logoterapia para que crezcamos como
personas humanas, y superemos las mayores adversidades.
La consecuencia de este proceso de
llegar a crecer como personas hace de
los seres humanos hombres y muje-
res sanamente críticos de la realidad,
con buenas relaciones interpersonales,
bondadosos, con sentido del humor y
serviciales según la psicología del de-
sarrollo humano en la escuela de Psi-
cología Existencial Humanista.
Por lo dicho creo que “ser para los demás” propuesto por el P.
Arrupe es la actitud necesaria para poder crecer como personas
sanas y adultas, valiosas en nuestras comunidades, o como de-
cía la Madre Teresa de Calcuta: “El fruto de la Fe es el Amor y el
fruto del Amor es el Servicio”.
Por Dr. Carlos Escandón Domínguez, S.J.
“La esencia de ser persona
es la relación de ser para
otro, por eso no podemos
crecer como personas si
no nos relacionamos con
los demás.”
Maricarmen Selem Ceja, alumna de la Licenciatura en Arquitectura