Página 13 - agosto2014

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formando el
mosaico
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Acción social…. Acción social. Es sin duda un término que
a lo largo del camino por esta Universidad se vuelve muy co-
mún; lo mencionan en clase de ARU –Área de Reflexión Univer-
sitaria-, en alguna materia de ética o en cualquier momento en el
cual el pensamiento jesuita salga a relucir en las enseñanzas de
los profesores. Sin embargo, ¿entendemos realmente el peso
de esas dos palabras que en conjunto forman un solo signifi-
cado? Pues bien, la importancia de este concepto no radica en
toda la teoría que podamos comprender en el aula, sino en la
realidad, en las acciones del día a día, en el vivir cotidiano y el
entorno que nos rodea.
El sello de los jesuitas sin duda siempre ha causado grandes
polémicas y para no remitirnos a la historia “universal” me
gustaría hacerlo hacia un lugar más localizado: América
Latina. Cuando los europeos arribaron a esta hermosa tierra,
buscaron conquistar a sus habitantes por todos los medios,
no únicamente a través de la violencia; trasgredieron algo que
tiene aún más valor: la ideología. Al hacerlo, buscaban terminar
con todo tipo de prácticas religiosas, cultos y tradiciones
imponiendo la suya. Fue entonces cuando los jesuitas causaron
polémica, pues comenzaron a defender a los indígenas (los
cuales para los españoles no eran considerados personas) y
vieron la manera de defender sus derechos y respetar sus ritos,
es decir, durante la celebración religiosa que hacían, integraban
elementos tanto católicos como los propios de la cultura la cual
trataban de evangelizar.
Por supuesto esto no fue del agrado de los conquistadores
quienes querían quitar todo de raíz y dejar únicamente su credo.
Teoría vs praxis
Por Elena Gizli
Por este motivo, los jesuitas fueron expulsados varias ocasiones
de América.
Toda su doctrina han buscado expandirla para poder lograr
cambios que desemboquen en una sociedad más justa y
equitativa; el camino que han encontrado es el de la educación
-entre otros, como las misiones que realizan, su postura ante
la Iglesia- pues de esta manera somos precisamente los
agentes sociales los que buscamos el cambio.
Como teoría todo se lee muy sencillo, pero ¿realmente dejan
una huella en sus estudiantes? La respuesta se puede ver en la
manera en la que decidimos como estudiantes, vivir nuestra vida:
como seres egoístas o comunitarios, individuales o colectivos,
pasivos o en acción. Al final la decisión se encuentra en cada uno.
Por ello, los invito a que realmente volteemos a ver a los
demás, al famoso OTRO que tanto nos dicen, que no sólo
sea una persona más que pasa junto a nosotros, sino qué
representa su historia con un rostro, un nombre, un apellido,
acciones y un papel que juega en la sociedad, el cual tal vez
no sea el más justo. Es momento del cambio, sin embargo,
eso no radica en la acción de una sola persona, sino de un
conjunto que cooperación y búsqueda del bien común.
Acción social no se traduce en “ayúdalo porque pobrecito” o
frases por el estilo que buscan una “inclusión social”, sino en el
trato equitativo de todos los días, en relacionarse a las personas
como lo que son: seres humanos; sin que los juicios, estereotipos,
e ideologías heredadas nublen nuestro criterio humanista y nos
niegue la oportunidad de tratar a alguien simplemente por un “así
ha sido siempre…” No se trata de victimizar, sino de actuar.
Ilustración: Ma. Lissette Rojas Tejeda