Página 12 - febrero2014

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formando el
mosaico
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T
oda la vida tomamos decisiones, desde el momento en que elegimos algo tan
sencillo como qué color nos gusta más, hasta decisiones más importantes como
la carrera que queremos estudiar.
Elegir cuesta trabajo porque muchas veces significa sacrificar una cosa por otra.
El no tener claro lo que se quiere, dificulta la toma de decisiones y nos genera ansiedad.
Otra razón, por la cual elegir es complicado, es porque hablamos de consecuencias,
las cuales pueden ser buenas o malas dependiendo de nuestra elección.
Las mejores decisiones son aquellas que nos permiten lograr nuestros objetivos, por lo
que es muy importante tener claro qué queremos, para actuar en consecuencia.
El psicólogo Barry Schwartz mencionó en su libro
The paradox of choice
, que las ase-
veraciones de “más libertad es más bienestar” y “más opciones es más bienestar” no son
necesariamente ciertas.
Partiendo de este punto, puedo decir que ciertamente si no hay opciones, no es posible
elegir, por lo que evita la ansiedad que el proceso de toma de decisiones pudiera generar.
El no tener opciones evita también la frustración generada en caso de tener la necesi-
dad de elegir entre algunas y la elección final no produzca la satisfacción esperada.
Sin embargo, pienso que el poder elegir entre opciones también nos permite ejercer la
libertad, ya que usaremos nuestro criterio para decidir lo que queremos.
El no tener muchas opciones es limitarnos, y esto es poner en duda nuestra capacidad
de juicio e inteligencia.
Con lo anterior, concluyo que es muy importante que antes de elegir sobre algo, ya sea
una decisión pequeña o una que tenga un gran impacto en nuestra vida, tengamos en
claro qué buscamos con tal elección, para que así ésta produzca la satisfacción esperada.
Ilustración: Joshua Castillo Torres, alumno de la Licenciatura en Diseño en Ineracción y Animación Digital
¿Más opciones = Más bienestar?
Por Eduardo Zárate López, alumno de la Licenciatura en Mercadotecnia
¿Qué voz habla en tu cabeza?
P
us es que a mí me gusta leer pero por leer no te pagan cabrón qué vas a hacer
cuando te gradúes te vas a morir de hambre además no vas a tener ligue pen-
dejo a nadie se le hace divertido un filósofo barbón no mejor estudio ingeniería
porque los ingenieros si hacen cosas sí leer es no hacer nada pero a mí me
gusta leer pero mejor no estudio filosofía es pura chaqueta mental mejor ingeniería en
el Tec sí ‘ahuevo’ así sí vas a tener éxito y vas a poder irte al extranjero y tener varo
‘ahuevo’ pero las mates me cagan no hay pedo la física te gusta más o menos pus ni
pedo me aguanto aunque no me guste total cuando trabaje y tenga éxito viaje seré feliz
sí piensa en eso piensa en tu futuro además en la secu te rifabas con las mates bien
que puedes no seas huevón sí sí me meto a ingeniería además con varo vas a tener varo
para comprar libros y hacer lo que te gusta sí ‘ahuevo’ me aguanto aunque no me guste
o me apasione sí ahuevo es lo mejor para ti/para mí.
Al final se inscribió a mecatrónica.
Cuatro años después, sumergido, en su charco de miseria, se preguntaría quién tomó
la decisión con él en su cabeza.
Nota: la redacción forma parte del estilo del autor.
Por Guillermo Guadarrama Mendoza, alumno de la Licenciatura en
Literatura y Filosofía
¿Quién decide con nosotros?
“Los caminos que tomamos son más importantes que las metas que anunciamos.
Las decisiones determinan el destino”.
Frederick Speakman