Página 12 - marzo2014

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formando el
mosaico
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¿Y el Bullying después?
Ilustración: Joshua Castillo Torres, alumno de la Licenciatura en Diseño en Ineracción y Animación Digital
C
uando hablamos de bullying nuestro pensamiento se
dirige hacia problemas, aquellos que afectan a la vícti-
ma y al agresor, a los observadores, padres de familia
y amigos, maestros, etc., pero cuando yo pienso en el
bullying, no viene a mi cabeza el típico niño grande que le quita
su sandwich al pequeño en cada recreo, ni el abusador que con
palabras mal intencionadas se hace grande a base de hacer pe-
queños a los demás.
No, yo pienso en ustedes compañeros… y en mí. ¿Alguna vez
han vivido o atestiguado el bullying? la sensación de vulnerabi-
lidad o inseguridad es parte del crecimiento, es una forma de
encontrar fortaleza y seguridad, sin embargo vivir constantemen-
te con esas emociones es lo último que deseamos como seres
humanos sociales.
Por Ana Patricia García Ibargüen, alumna de la Licenciatura en Relaciones
Internacionales
E
l corazón se le ahogaba en tristeza e impotencia cada segundo que surgía una
risa tras otra, no era algo que mereciera tales acciones hacia ella, pero ellos así
lo tomaron, ella era el deleite. Alguna vez dijeron que los niños eran angelitos,
¿qué mal podrían hacer?, la verdad es que también podía haber un lado oscuro
en ellos que los motivara a actuar de esa manera tan peculiar, los niños realmente lle-
gaban a ser muy duros entre ellos.
Siendo niños pudimos ver de todo y sentir de todo, ¿por qué nos cuesta entender a
los niños cuando nosotros también lo fuimos?, presenciamos cómo se burlaban de otros,
quizás también participamos en las burlas y muy probablemente llegamos a ser objeto de
éstas y ¿qué pasó?, muchas veces no llegamos a hacer nada por ello, si molestaban a
alguien nos quedábamos callados por temor a que nos pasara lo mismo y hasta podíamos
participar en esas acciones con la esperanza de ser igual reconocidos, y asegurarnos la
amistad de aquella persona “importante”.
Hoy en día, hemos llegado al punto en el que aún, a nuestra edad, seguimos partici-
pando en ese círculo vicioso interpretando los mismos papeles de espectadores, agre-
sores y agredidos, hemos llegado a incitar esas acciones en nosotros y en los demás,
¿por qué nos preocupa y nos extraña que en los niños se presenten estas acciones si
nosotros seguimos actuando de la misma manera que cuando éramos más chicos?
Nosotros ya no le llamamos bullying, ahora le damos otros nombres, pero sigue siendo
agresión y el no respeto a los demás. Seguimos insultándonos, golpeándonos, callán-
donos, observándonos, somos el reflejo de lo que fuimos de niños pero con mayor
potencia y hasta de manera sutil, si queremos solucionar el problema con los niños y
adolescentes también debemos solucionar nuestro problema pues les influimos, les en-
señamos. El punto es que indudablemente seguiremos haciéndolo, el bullying siempre ha
existido y seguirá ahí, sólo que cada año les damos una nueva manera para expresarse.
Si realmente nos respetáramos y nos tratáramos como personas iguales, con los mismos
derechos se solucionaría pero siempre va haber alguien con ganas de sentirse superior o
de exteriorizar todo lo que no ha aprendido a controlar.
Por Valery Estefannia Rocha Cortés, alumna de la Licenciatura en Diseño
de Interacción y Animación Digital
El círculo que siempre
ha existido
¿Imaginas qué pasará cuando termines tu carrera?, las preguntas
que frecuentemente te encuentras respondiendo se refieren a ¿Qué
vas a hacer? ¿En qué te gustaría trabajar? ¿Dónde? ¿Por qué?, etc.,
pero te has preguntado: ¿En qué tipo de ambiente y con quién?.
El ámbito laboral es un campo de competencias en donde el
que es mejor, más rápido, con más experiencias, conocimientos
o habilidades tiene una mayor oportunidad de desarrollo, y noso-
tros como estudiantes universitarios sabemos que después de la
graduación y el título, los bloques que colocamos para la cons-
trucción de nuestras vidas habrá que conseguirlos en un mercado
lleno de un mundo de personas.
Esto no significa que nos encontraremos con toda una pared
humana que intente bloquear nuestro camino, pero seguro sí con
algunos “bully’s” e incluso con algunas víctimas. Recordemos
entonces que la vulnerabilidad e inseguridad nos hacen crecer y
aprender, pero en grandes porciones no son buenas amigas.