Página 14-15 - mayo2013

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tesela
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reflejo
mosaico
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Sofía R. Mugica
La vida es un conjunto de decisiones, el desayuno que
decidimos tomar esta mañana, el color que escogemos vestir, la
tarea que optamos no hacer; cada decisión que tomamos, tiene
repercusiones en nuestra vida. Ser consciente de esta informa-
ción es muy importante en el mundo de los negocios porque las
decisiones no sólo te afectan a ti, sino a todas las personas que
conforman tu empresa. Si uno quiere tener mañana un gran ne-
gocio, debe empezar a actuar hoy mismo como si lo fuera; con-
fianza, organización, entusiasmo y creatividad son habilidades
importantes para poder triunfar en el encarnizado mundo de los
negocios, y Aarón Juárez Ortiz no sólo las tiene, sino que optó
sacarles filo. Su infancia en Tampico, Tamaulipas se vio caracte-
rizada por una hiperactividad que hasta el día de hoy, vive en él,
nunca se estaba quieto; era el niño que se la pasa desarmando
cosas, pasando un buen rato en el rancho, haciendo distintas
actividades al aire libre como pescar y montar.
Una parte importante a la hora de crear una empresa son los
objetivos y las metas ¿A dónde planeas llegar con tus ideas? Y
las metas las tenía desde que era pequeño, terminar la prepara-
toria y formar una empresa exitosa; las metas no dicen mucho
de cómo iba a alcanzar sus objetivos, pero tenía bien claro lo
que quería lograr, y el apoyo de sus padres y de sus hermanos lo
motiva a seguir esforzándose por alcanzar su sueños.
Cicerón dijo hace mucho tiempo, “Cuanto mayor es la dificul-
tad, mayor es la gloria”, y el camino de un emprendedor no es
fácil, desde tener una buena idea, hasta estar lejos de casa y
de ambientes conocidos, hasta vivir solo y saber administrar su
tiempo y dinero, son las dificultades que Aarón ha enfrentado. El
miedo a fracasar y no cumplir sus metas está presente en cada
decisión que toma.
Y todo lo que ha hecho hasta ahora, cada decisión, cada giro
tomado, las personas que ha despedido y a las que ha saludo, la
formación de toda la vida que recibió en el Instituto Cultural Tam-
pico han contribuido a formar al Aarón que puedes encontrarte
rondando por la Universidad, todos esos momentos lo impulsa-
ron a optar la carrera que cursa en este momento: Ingeniería en
Negocios.
Tras esa mirada decidida se halla una persona que lucha por
lo que quiere. El semestre pasado -primer semestre- tuvo una
idea para un producto que ingresó al concurso de la Ciudad de
las Ideas y ganó. Continuó trabajando en su idea apoyado por
el Doctor Héctor Menéses, lograron colocar el proyecto en la
incubadora de ideas In Q ba. Su idea es innovadora, un chale-
co con intermitentes para ciclistas y motoristas que al mismo
tiempo puede desplegar publicidad. La incubadora se encargará
de darle un certificado de idea viable, con el cual será capaz de
conseguir apoyo para llevar su idea a la realidad.
El siguiente paso será conseguir una patente y seguir teniendo
ideas, el cual es un proceso bastante complicado, pero el proce-
so que a él le ayuda es concentrarse en una necesidad, ver si ya
la han cubierto o no, si ya la cubrieron, mejorarla.
La vida da vueltas, y en los negocios a veces estás arriba y a
veces abajo, pero en 10 años Aarón planea diversificar sus ne-
gocios, posiblemente emigrar y tener una familia.
Antes de concluir, compartió un poco de su experiencia para
los lectores que tienen ideas pero no saben si dar el siguiente
paso, Aarón me regaló una frase que escuchó en la Ciudad de
las Ideas y la ha hecho su filosofía desde entonces: “Si estás en
la punta del precipicio, lánzate; pasará una de dos cosas, o caes
parado con los dos pies firmes o Dios te da alas”.
No solo las palabras se materializan,
también los sueños
Por Rolando Maroño Vázquez, alumno de
Ing. en Mecatrónica
—¿Qué museo de Puebla te gusta?— Ninguno. Esta fue
mi res
puesta en una entrevista de radio a la que asistí reciente-
mente y fue un incidente que quisiera cambiar. Ahora entiendo que
fue una respuesta impulsiva, la solución más fácil que pude encon-
trar en ese momento para no dar una explicación más elaborada a
lo que se me preguntó. Es un ejemplo de cómo las palabras pue-
den afectar en tu desarrollo cotidiano y en cómo te relacionas con
los demás. Las palabras están ahí, pero no somos conscientes de
elegir las correctas o de emplearlas adecuadamente para que los
demás entiendan lo que queremos decir. En ese momento lo que
pensaba es que son muy pocos los museos -tal vez uno- en Puebla
que cumpla con elementos necesarios para denominarse “museo”
bajo los estándares de la definición que ofrece el ICOM sobre lo
que es un museo.
Mi nombre es Beatriz Rodríguez Arroyo y soy egresada de la
Licenciatura en Contaduría Pública por parte de la Ibero Puebla,
estudié la Maestría en Gestión del Patrimonio Cultural también en
la Ibero y actualmente estoy cursando el Doctorado en Ciencias
y Humanidades en la UAdeC-UNAM. Me he dedicado por mucho
tiempo a mi profesión, la razón de especializarme en algo que tiene
que ver con la cultura es aplicar mis conocimientos a un área que
no está familiarizada al manejo de recursos.
Trabajo con números y de ellos te puedo decir que al igual que
las palabras tienen una carga positiva y una negativa. Cuando ha-
blamos de cifras generalmente hablamos de un valor frío. Lo que
ocurre con las palabras no, estás tienen matices. Y estas a su vez
nunca serán las mismas dependiendo de quién las dice, cómo las
dice y use pues el significado puede ser diferente. Los seres hu-
manos nos relacionamos en lo laboral, en lo sentimental, estamos
relacionándonos todo el tiempo.
Un ejemplo del uso de las palabras es lo que ocurre con la pa-
labra museo, cuando se menciona esta palabra es común en el
imaginario social referirlo a un lugar donde se exhiben obras de
arte, objetos históricos o de un valor relevante aunque no poda-
mos identificar cual, es un lugar al que se va una vez -por visita
escolar- y quizá no se regresa por haber resultado una experiencia
aburrida, agotadora que no da para frecuentarlo constantemente.
Sin embargo, para la gente involucrada con ese sitio puede ser
una institución de fines no lucrativos que requiere ser administrada,
para alguien más puede ser un espacio de investigación, de comu-
nicación y de legitimación. Mi investigación se refiere a un modelo
que permita diagnosticar desde la percepción de los agentes que
toman las decisiones en torno a un museo directa e indirectamente
los elementos que influyen en éstas, es decir, el significado que el
museo tiene para un director o presidente municipal será diferente
dependiendo de la estructura de sus conocimientos -será diferente
para un historiador, administrador, dentista, ama de casa o científi-
co- el espacio es el mismo un museo y el puesto también, director/
autoridad, pero la historia personal y profesional denotará una per-
cepción diferente, que se manifestará en la forma de gestionar e
intervenir en el espacio.
De forma paralela al trabajo de investigación del doctorado, se
conformó un grupo de investigación para identificar la estructura
genética del concepto de museo, lo cual nos ha permitido entre
otras cosas sustentar el desfase de estos espacios en lo cotidiano
con la sociedad. Gracias a la tecnología puedes acceder a los mu-
seos del mundo a través del Internet, obtienes información incluso
más detallada y completa que en el lugar físico, y para muchos
resulta una experiencia grata, amable y divertida, que puede suce-
der en su hogar, escuela, parque o un café. Algunos especialistas
en el tema dicen que los museos comunican, no obstante es una
apreciación poco acertada, los museo son espacios que ofrecen
información sobre lo que a alguien le interesa que sepamos y los
estudios de público que se realizan rara vez son para preguntar qué
se quiere ver en esos espacios, son más bien para que los visitan-
tes den señales de cómo sería más grato recibir la información que
alguien más ya decidió mostrarnos.
Al contrario de lo que sucede con los museos, las palabras no
están aisladas. Están acompañadas por la entonación, intención y
la carga afectiva de quienes las dicen para que en el viaje del diálo-
go, alguien las interprete y entonces se encuentren a través de los
matices que nos regalan aquellos con los que nos relacionamos.
Encontrarse
a través de
los matices
Por L.D.G. Arturo Cielo Rodríguez,
Jefe de Diseño Gráfico de la Dirección
de Comunicación Institucional
“Las palabras no están
aisladas. Están acompa-
ñadas por la entonación,
la carga afectiva, viajan
a través del diálogo, del
encontrarse a través
de los matices que nos
regalan aquellos con los
que nos relacionamos.”