Página 7 - noviembre2014

Versión de HTML Básico

mosaico
central
[ 7 ]
Por Lic. José Carlos Hernández Rocha, académico del área de Servicio Social
Estamos acostumbrados a escuchar continuamente, la pala-
bra
gracias
, a veces porque nosotros la pronunciamos y en otros
porque los demás lo dicen para responder a estornudos, accio-
nes, favores, servicios, etc. Es tan común escuchar esta palabra
que la mayoría de las veces sale de nuestra boca sin siquiera re-
flexionar por qué la estamos diciendo, o si la estamos escuchando
porque hicimos el esfuerzo suficiente para merecerla. Es muy com-
plicado juzgar lo anterior, pero a continuación les compartiré cómo
viven este proceso los alumnos de Servicio Social.
Realizar el servicio social es una obligación que en México impone
el Estado para poder obtener un título a nivel licenciatura y las
características de esta actividad son definidas por cada universidad.
El tema en la IBERO, es que la mayoría de las organizaciones a
las que nuestros estudiantes van a realizar su servicio social son
instituciones que realmente necesitan el apoyo de estudiantes uni-
versitarios y en donde el trabajo a realizar tiene que ver más con
aplicar conocimientos de la carrera, que hacer trabajos asistencialis-
tas como otras universidades lo requieren.
Las experiencias de nuestros estudiantes en las organizaciones con
las que colaboran, duran entre cuatro meses y dos años, por lo que
el contacto que tienen con las instituciones y con sus beneficiados es
durante periodos prolongados y con experiencias muy amplias. Lo
anterior los lleva a estrechar grandes lazos de amistad y colaboración
Agradecer de corazón,
algo difícil de realizaR
Ilustración: Cristina Bermúdez Flores, alumna de la licenciatura en Diseño en Ineracción y Animación Digital
que al finalizar una experiencia de servicio social, se convierten en
agradecimientos traducidos en palabras diversas, en formas
irregulares e incluso en obsequios sin ningún valor económico,
pero con un gran valor sentimental para los estudiantes.
El convivir de manera tan cercana deja esta experiencia marcada
en el corazón de nuestros estudiantes, quienes al finalizar su
servicio social notan cómo su percepción del mundo se ha
modificado. Algunos viven esta experiencia de manera más
cercana que otros, pero al final todos terminan siendo di-
ferentes personas de como iniciaron este proceso.
Seres humanos competentes, conscientes, compasivos y
comprometidos, logrando el objetivo principal de la educación
de los jesuitas.
Al final del proceso hay dos tipos de agradecimientos, los que
dan los estudiantes de servicio social al haber transitado por esta
experiencia transformadora y por otro lado, el agradecimiento que
las organizaciones y sus beneficiados tienen para con la Universidad,
pero muy especialmente con los alumnos que trabajaron codo a
codo para sacar un proyecto en particular y apoyar en el desarrollo
y crecimiento de la organización. Por eso es que a veces los “gracias”
van tomando diferentes significados dependiendo del tono, la fuerza
y la sinceridad con la que son dichos. A veces podemos sentir que
el agradecimiento nace del corazón.