Página 16 - octubre2013

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reflejo
mosaico
[ 16 ]
Zamira Hernández Rojas
E
l titulo de este artículo corresponde a la defición que
hace Michel Foucault sobre
el saber de la gente
. Fou-
cault fue un estudioso de los mecanismos del poder y
sus diferentes variantes y formas. El pensador de origen
fránces se dedicó a estudiar cómo funcionan los operadores
de dominación y cómo los sujetos fabrican las relaciones de
sometimiento. Los conocimientos descalificados, archivados,
ingenuos, los considerados inferiores o populares son los de-
nominados por Foucault como los
saberes sometidos
.
La historia de México es de sometimiento: a la conquista es-
pañola, a la cultura estadounidense, a una religión, a soportar en
el poder a un partido político por setenta años, a la mágia de la
televisión. A un estilo de vida aspiracional pasando frecuente-
mente por encima de los demás.
Es en este punto donde es válida la pregunta ¿tienen con-
ciencia de esto las nuevas generaciones? Lo ideal sería pensar
que sí y para muestra un botón, así nos sentamos a charlar con
Esteban Jiménez Pérez joven egresado de la Licenciatura en Ad-
ministración de Empresas de la Ibero Puebla sobre el tema que
ocupa
Mosaico
en esta ocasión
El Poder
. En palabras de Este-
ban “Vivimos en un contexto o esquema en el que no sabemos
manejar el poder, quizá sea el arrastre histórico en el que deja-
mos que los demás hagan lo que tenemos que hacer, así ha sido
generación tras generación. Vemos al poder como algo grandio-
so, inalcanzable, algo que solo unos cuantos pueden controlar y
lo dejamos pasar de largo”.
“Lo que sucede en el país es que se ejerce el poder de acuer-
do a tu conveniencia”. Es algo que todo mundo sabe, pero que
no a todos les interesa, son pocos los indignados, o se indignan
un rato y luego se olvidan. “Llegó un momento en que expresaba
muchas cosas a través de las redes sociales hasta que alguien
me hizo notar lo siguiente: si no estás de acuerdo en algo ¿por-
que no vas y lo manifiestas?”
La reflexión sobre este punto es interesante porque hace re-
ferencia al despertar de conciencias. Todos sabemos como fun-
cionan redes como el facebook y el twitter: alguien postea, los
demás lo leen y de repente te cae el veinte sobre algo que no
habías notado o sobre lo que no habias puesto atención. De re-
pente ya hay un grupo con una posición referente a un tema en
particular. Quizá esto sea lo mejor que le haya sucedido a los
mexicanos, tener un foro de expresión alejado de un operador
de dominación como lo es la televisión abierta.
“Tengo tres años de egresado y en este tiempo he tocado va-
rias puertas para poder dedicarme a mi carrera y ejercer en lo
que estudié. Me he dado cuenta que algo que distingue a un
egresado de nuestra Universidad es el pensamiento crítico con
el que se nos forma y que a veces como estudiante piensas que
es algo de relleno o un simple discurso que se nos vende.” Y
eso se traduce en el poder de dedicidir lo que quieres y lo que
no quieres.
Todos podemos aspirar a un
smartphone
con acceso a inter-
net o a televisión por cable sin importar que tus ingresos sean
elevados o muy bajos, ilusoriamente vivimos en una democracia
donde hay poder de elección. Hay gente que puede tener una
muy modesta vivienda, tener ingresos bajos y lucir una antena
parabólica en el techo de su casa. El elegir ver un canal de la te-
levisión abierta o un canal cultural dependerá de tu criterio. Qui-
zá la gente de bajos recursos opte por tener un aliciente después
de sus más de 8 horas de jornada laboral y dos horas invertidas
en transportase de su hogar a su lugar de trabajo y viceversa y
entretenerse en algo que lo divierta y lo desconecte de su mun-
do. Que pueda mantener su conciencia dormida. Una manera de
someterse sin chistar.
En el mundo virtual mucho se habla de una segunda revo-
lución, pero revolución no significa violencia, mucho se podría
hacer con la movilización de conciencias y acabar con el mal
ejercicio del poder.
“En un mundo donde solo se aspira pero no se exige, no se lu-
cha y mucho menos se sacrifica para alcanzar tus ideales, segui-
rá dentro de la opresión de quien quiere hacer lo que se le antoja.
Mientras esperemos que alguien más haga algo que nos atañe a
nosotros mismos, nunca tendremos autenticidad y lo que que-
remos no tendrá identidad propia. Así que la recomendación es
que se proponga pero con algo más allá que palabras. Solo así
alcanzaremos la libertad y autonomía que pretendemos”.
LA INSURRECCIÓN
DE LOS SABERES SOMETIDOS
Por Arturo Cielo Rodríguez, Jefe de Diseño
de la Dirección de Comunicación Institucional.