Rúbricas 9

49 Las llamas pueden ir del altiplano al laboratorio de biología molecular (aunque este último no queda en la Puna). Todos los camélidos poseen una característica biológica única en la estructura especial de sus anticuerpos que los convierten en una excelente especie para las investigaciones biomédicas (Hamers-Casterman et al., 1993). Aunque esta particularidad no es exclusiva de las llamas y es compartida por todos los Camelus, se utiliza esta especie ya que por ser doméstica y dócil puede criarse en condiciones óptimas para ser utilizada como “animal de laboratorio”. Una proporción significativa de los anticuerpos de las llamas está conformada solo por moléculas con dos cadenas pesadas idénticas careciendo de cadenas livianas. El dominio variable de estos anticuerpos es tan particular que se lo denomina fragmento de anticuerpo de cadena simple derivado de llamas (VHH) o Nanoanticuerpo (Nb). Este nanoanticuerpo de llama, que se puede obtener separándolo del resto de la molécula utilizando técnicas moleculares, interactúa con el antígeno con una alta afinidad y especificidad, además de ser estable en condiciones extremas de pH y temperatura y ser soluble. La estructura y conformación del VHH de llama permitiría que llegue a tumores sólidos poco irrigados. Tan importante es la actividad de ese fragmento, que diversos grupos de investigación estudian la “camelización de anticuerpos humanos”. Los nanoanticuerpos de llamas están siendo utilizados para diversos propósitos a partir de sus destacadas propiedades que se utilizan con fines terapéuticos y de investigación. Hay una merma del patrimonio biocultural al excluir o no reconocer los derechos de las comunidades andinas en los desarrollos que incluyen camélidos, además de disminución de biodiversidad intrínseca que significa un costo en el patrimonio biocultural. Durante decenas de años, la demanda textil de fibra se orientó hacia el color blanco (para poder ser teñida), lo que llevó a la disminución y casi pérdida de los otros colores naturales, proceso que se está revirtiendo porque ahora está de moda la fibra de color sin teñir. En relación con las vicuñas, cuya legislación protege y restringe su uso a las comunidades andinas, las situaciones con respecto al patrimonio biocultural, también muestran muchas dificultades. En la transformación de una especie silvestre en un commodity, el mercado despoja a las vicuñas de un hábitat, una historia y un genuino beneficiario. En “El neoliberalismo se encuentra con las tradiciones precolombinas: comunidades campesinas y manejo de vicuñas en el Perú andino”, Catherine Sahley (2004) señala que las condiciones de las vicuñas silvestres que se esquilan por comunidades indígenas son ideales para mercados eco-amigables, y que los productos de vicuñas pueden identificarse como “ambientalmente correctos” o “green” de alta gama, con un marketing considerable en esa dirección. Sin embargo, en muchas comunidades andinas el manejo de vicuñas no se refleja como se esperaría en términos de desarrollo. El contraste social y asimetría entre los pueblos productores de fibra (indígena, con pobreza) y los multimillonarios capaces de gastar decenas de miles de euros en una prenda de vestir (una bufanda en Londres puede costar 1 500 dólares y un traje o tapado entre 20 mil y 30 mil dólares), se refleja fuertemente en términos de las dificultades de negociación por parte de estas comunidades. Con el altísimo valor de mercado de la fibra de vicuña y las restricciones que evitan que se transporten individuos fuera del altiplano, aparecen numerosas y creativas formas de apropiación por parte del mundo “occidental”. Una de éstas, basada en el desarrollo de técnicas de fertilidad, propone la inserción de embriones de vicuñas en vientres subrogantes de llamas. Esta es una línea de necesario desarrollo biotecnológico complejo, que permanentemente aparece como proyecto y modo de “conservación mediante modernas técnicas científicas”. Es necesario aclarar que estas técnicas en animales sin dificultades reproductivas son innecesarias, y permanentemente se hace hincapié en que las mismas permitirían la apropiación privada de las vicuñas (la vicuña recién nacida por este método es propiedad del dueño de la llama) y el transporte de una especie silvestre (fauna) protegida oculta en el útero de una especie doméstica de libre comercio y tránsito en los ámbitos nacional e internacional. Otra forma de apropiación y exportación de genes de vicuña es la existencia de híbridos de alpacas con vicuñas o paco-vicuña (son fértiles). Hay más de 400 paco-vicuñas en Estados Unidos. Estos animales son 50% vicuña en sus genes y con cruzas bien diseñadas se puede lograr fibra con características de vicuña, acentuando el color y la finura llegando a los 14 micrones de finura de fibra en el rango entre la mejor alpaca y la vicuña pura. En Perú, en 2006, un organismo del Estado, el conacs, intentó promover el paco-vicuña y fomentar programas de hibridación de vicuñas con alpacas de modo de crear un animal que “tiene la ventaja de no ser un animal protegido, con lo que se puede comercializar internacionalmente sus productos y derivados sin restricción”. Las paco-vicuñas estarían ajenas de los derechos de usufructo reconocidos a las comunidades por el convenio de la vicuña. Y si las vicuñas no se pueden ir… las empresas pueden llegar. Aún existiendo el Convenio para la conservación y manejo de las vicuñas, empresas textiles extranjeras han comenzado a comprar tierras con vicuñas y a hacer uso de ellas como si fueran locales. En Perú lograron que se extiendan los derechos de usufructo, y en el año 2008, la empresa textil italiana más importante en el procesamiento de fibra de vicuña compró tierras y comenzó a producir fibra de vicuñas ya sin tener que adquirirla a las comunidades campesinas. La realidad es que estas comunidades producen pocas cantidades de fibra en forma individual por lo que tienen pocas posibilidades de negociación y

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