Rúbricas Número Especial 2

30 Número especial, otoño 2013 Pero, la pobreza no es el único problema que tenemos en las comunidades, este factor no es decisivo para ingresar a una institución de nivel superior, ya que, además, debemos preguntarnos: ¿cómo están nuestras bases educativas?, es decir: ¿nuestra educación básica nos aporta herramientas que nos permitirán competir por un lugar en alguna universidad pública? Estos cuestionamientos representan un ejercicio muy interesante. Nuestro espacio es reducido para hacer esta reflexión; pero considero que con un ejemplo basta para que nos demos cuenta de lo mal que estamos en el aspecto educativo en las comunidades indígenas. He visto que en mi región existen escuelas de las denominadas “bilingües”. ¿Acaso esto significa que se den clases en dos lenguas?, la respuesta es afirmativa, debería ser así, sin embargo, esa no es la realidad, ya que si en este momento vamos a visitar alguna de esas escuelas, encontraremos maestros dando clases en español, y no es porque en ese momento toque dar clase en español, sino que no son hablantes de alguna lengua indígena (náhuatl o totonaco), entonces debemos preguntarnos: ¿nuestros niños, niñas y jóvenes entenderán la clase? Se los dejo a su criterio. En comparación con las grandes ciudades, el nivel de educación en las comunidades puede caracterizarse como uno de los más bajos debido a que no tienen ni siquiera los mínimos recursos materiales ni humanos (los profesores no cuentan con la técnica de enseñanza o con instrumentos necesarios para el desarrollo educativo), lo cual implica un obstáculo muy grande para lograr competencia en los jóvenes. Pese al desinterés del gobierno hacia estos sectores tan importantes de nuestra sociedad, existen, por otro lado, organizaciones civiles que promueven la educación, los derechos humanos, la salud, las costumbres y el medio ambiente; las cuales tienen como misión ayudar a las demás personas para que sus hijos tengan un mejor desarrollo no sólo educativo, sino en diversos estadios de su vida. Es aquí donde los jóvenes están actuando, gestionando y promoviendo acciones que los ayuden a cumplir sus metas. Para los jóvenes indígenas la universidad sería todo, porque ese espacio les permitiría adquirir conocimientos en campos especializados que, a la postre, les servirían para tener una mejor vida y, además, podrían ayudar a sus pueblos. Dicho lo anterior, y aunque es poco en relación con los problemas de las comunidades, debemos tomar una postura crítica; pero también de responsabilidad. Qué podemos hacer nosotros como estudiantes de una carrera de licenciatura, como jóvenes que nos encontramos en una situación privilegiada, diría yo. Pues bien, en primer lugar, debemos valorar esta oportunidad, estudiar arduamente para que en un futuro, no muy lejano, no nos equivoquemos en las áreas en las que vamos a desempeñarnos. Esto lo digo porque, estoy segura, que de la universidad saldrán diputados, gobernadores, etc., funcionarios públicos en general, litigantes, profesionales en las diferentes áreas, y nuestro trabajo tendrá que ir encaminado a formar un país mejor, conduciéndonos sobre el camino de la responsabilidad, el compromiso, la honestidad y el sentimiento de solidaridad hacia el otro. Creo que, como universitarios, podemos tener un espacio muy amplio de gestión, tal vez apoyarnos en alguna de las instituciones de las que hablé en párrafos anteriores, aquéllas que ayudan a los jóvenes a continuar sus estudios; eso podemos hacer. Actuar de manera justa en cada uno de nuestros actos nos conduce a formar un mejor país, pues con ese solo hecho, estoy segura que habremos avanzado mucho. En conclusión, considero que la mejor herramienta que tiene cualquier sociedad para lograr su desarrollo cabal, y alcanzar la igualdad y justicia sociales, es la educación. Ésta es un igualador de condiciones; pero también es una herramienta potencial para que nuestra sociedad se desarrolle de manera responsable: un desarrollo que pugne por el cuidado del medio ambiente, cuestión que está muy de moda en nuestros tiempos y a la que hay que poner atención, de lo contrario nos acabará exterminando. Pero todo se hará con base en la educación; hagamos que los muchachos y muchachas de las comunidades tengan un espacio como éste, donde estamos, nosotros, los privilegiados. 14 de marzo de 2013, situando mis pensamientos cerca de Cuetzalan del Progreso, Puebla. LAMEJORHERRAMIENTAQUETIENECUALQUIER SOCIEDAD PARA LOGRAR SU DESARROLLO CABAL,YALCANZARLAIGUALDADYJUSTICIA SOCIALES, ES LA EDUCACIÓN.

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