Rúbricas 18

Rúbricas XVIII La Educación y la Biblioteca... 28 29 Rúbricas XVIII La biblioteca de Universidades Jesuítas. Desafíos ante el cambio de época luto, turbado y en menoscabo” (Fullat, 2008: 20). Esta condición surge de la incesante necesidad creadora del hombre, del hecho de que nunca concluye su proceso de civilización, nunca llega a ser educado en su totalidad y se enrola en un proceso permanente de búsqueda de la perfección. El Ser humano se separa del resto zoológico en que no sólo vive incrustado en el mundo, en que no tiene únicamente experiencias, sino que frente a esto se pone a pensar sobre el mundo y en torno a sus propias vivencias. Sentimos la lluvia y vivimos el amor; pero además nos preguntamos: ¿qué es la lluvia?, ¿qué es el amor?, ¿por qué llueve?, ¿para qué la lluvia?, ¿para qué el amor (Fullat, 2008: 43). El proceso del conocer humano encuentra impulso en la búsqueda de lo desconocido, ya que si fuera conocido no tendría sentido buscarlo (Lonergan, 2008: 22); poniendo de manifiesto la tendencia de una búsqueda consciente, inteligente y deliberada. En palabras de Freire, somos seres necesitados de aprender: […] su condición de ser histórico-social, experimentando continuamente la tensión de estar siendo para poder ser y de estar siendo no en forma mecánica, no sólo lo que hereda sino también lo que adquiere. Esto significa ser el ser humano, en cuanto histórico, un ser finito, limitado, inconcluso, pero consciente de su inconclusión. Y por eso un ser constantemente en búsqueda, naturalmente en proceso (1999: 21-22). La búsqueda humanizante se desarrolla en medio de la necesidad de realizarse como Ser humano, junto a otros, con la intención de transformar conscientemente su entorno, y a él mismo, como parte del mundo al que pertenece. No obstante lo anterior, la experiencia nos ha enseñado que la educación por sí misma, así, solamente la educación, no ha contribuido de la manera que ingenuamente algunos pensábamos que lo iba a hacer; ante un contexto caracterizado por su paulatina deshumanización nos hemos dado cuenta de que se requiere de una educación que dirija sus esfuerzos a promover la transformación no sólo de las realidades que nos resultan inaceptables, sino transformar a la persona misma. Entonces, se requiere la formación integral de las personas, que comprenda tanto la dimensión intelectual como la física y la moral. En medio de un contexto que parece indicar lo contrario, cada institución educativa de nivel superior, confiada a la Compañía, se erige, como punto de resistencia y esperanza, para hacer frente a esa realidad que nos interpela; la elección de trabajar a “favor de los más pobres” marca la ruta a seguir en los esfuerzos por generar el conocimiento y el desarrollo humano, en otras palabras: forjar un mundo más humano. Poner especial atención a la parte interna del ser humano, en su proceso formativo, no es fácil, pero es fundamental; hablar de formación integral, más que un recurso mercadológico es un verdadero reto, que se multiplica cuando se trata de ir hasta tu propia interioridad, el explorarte, el pensarte, el detenerte a reflexionar sobre tu persona misma, en tu relación con los demás, pero también en la relación con uno mismo, con la naturaleza y, por supuesto, con la trascendencia. En esta apuesta institucional por un futuro siempre mejor, más humano, la actuación de cada una de sus áreas resulta determinante; entre éstas, la Biblioteca, la cual, como unidad de servicio académico especializado en la gestión de la información y el conocimiento, con presencia transversal en la vida universitaria, resulta estratégica. - Biblioteca y Universidad Pretender la formación de hombres y mujeres para los demás representa el faro orientador de la tarea formativa de una universidad jesuita y, también, un compromiso que exige lo mejor de cada uno de quienes colaboramos en una institución educativa confiada a la Compañía de Jesús. Cada área que interviene en el cumplimiento de las funciones universitarias merece ser considerada por su importancia; sin embargo, la biblioteca, al ser la unidad académica de servicio transversal especializada en gestión de la información y el conocimiento, que presta apoyo y acompañamiento a todo proceso formativo que se desarrolla en la institución, representa el centro dinámico en donde se reúne, organiza y difunde el conocimiento; significa el corazón de la Universidad, desde el cual se impulsa conocimiento a cada parte integrante de ella.

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