Alejandro Meneses
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También de la
UAP
, pero dirigida a un público de casa para promo-
ver la lectura, está
Leer en bicicleta,
con un diseño atractivo a la vista
pero un tanto incómodo para la lectura: parece que sus editores se pro-
pusieron hacer un póster. Revista cara pero gratuita.
Fiel a los puestos de periódicos del Zócalo,
Boulevard
merecería
una distribución más amplia, para bien o para mal.
Aunque no es su primer interés,
In-tolerancia,
en cada número,
reserva un espacio para la publicación de poemas, cuentos o fotografias
de viejas encueradas. Podría ser un lugar propicio, natural, para publicar
crónicas o reseñas, pero sus dueños son la política, los anuncios a todo
color y el chisme.
Ítaca
tiene una tradición soterrada: asoma la cabeza y luego la
esconde. No por pudor sino por falta de recursos. Pero sus páginas
siempre están dedicadas a la literatura, sabiendo que es un caso perdi-
do. Es una revista temeraria que ha publicado su idea de literatura. No
tiene patrones, en todo sentido.
Entre las revistas de ámbito académico, puedo citar
Magistralis,
de la Ibero, y
Escritos
(sobre todo su último número, dedicado a la
literatura fantástica) del Centro de Ciencias del Lenguaje de la
UAP
.
El Ayuntamiento de Puebla ha publicado varios libros con buenas
intenciones pero, como ya he dicho, de pésima factura; hablo en térmi-
nos editoriales, no de contenido. Entre ellos destaco
Los críticos y la
crítica literaria en México
,
que reúne ensayos de Alberto Paredes,
Ignacio Trejo Fuentes, Armando Oviedo, Federico Patán y Evodio
Escalante, entre otros. Los autores merecen mejor cuidado editorial.
Y hablando de crítica literaria, en 1999 aparece
Cuento y figura
(La ficción en México)
publicado por la Universidad Autónoma de
Tlaxcala en su Serie Destino Arbitrario, edición de Alfredo Pavón. En
este libro se reúnen los ensayos presentados en el
X
Encuentro de In-