Alejandro Meneses
155
XVI-XX
,
BUAP
, 2000) yAlejandro Ferrero, quien obtuvo el segundo lugar
en el Concurso Nacional de Dramaturgia de la
SOGEM
. Yhablando de la
SOGEM
de Puebla, sus talleres literarios, en primera instancia, significan
lectores, gente que transcurre su vida por la ciudad y acude a las libre-
rías, que escribe con incertidumbre pero que encontró —descubrió—
que la escritura es una forma de pensar, de estar en el mundo, más
segura que el mismísimo optimismo cornejiano. En este sentido, el Cole-
gio de Lingüística y Literatura Hispanoamericanas de la
BUAP,
a pesar
de él mismo y algunos de sus maestros, sigue produciendo lectores y
escritores. Otro tanto ha ocurrido, aunque más dirigidos a la academia,
en la
UDLA
y la Universidad Iberoamericana plantel Golfo-Centro.
Posdatas del siglo
XXI
Ya lo dijo Pavese: no hay gran literatura que no sea provinciana. Y se
refería a los escritores norteamericanos que, en los años veinte del siglo
pasado, se fueron a París para escribir cual cosmopolitas bajados del
cerro a tamborazos. Los personajes de Sherwood Anderson, o los de
Steinbeck, o el Nick Adams de Hemingway, son tan provincianos como
lo son, en cierta manera, los mundanos Jay Gatsby, Dick Diver o Monroe
Stahr de Fitzgerald... para no hablar del rancherote Faulkner, uno de los
escritores que sin los malabarismos de Joyce ni el snobismo de los
«transterrados» de la Generación Perdida más influyeron en la literatura
del siglo pasado, sobre todo en Latinoamérica. Lo dicho: se escribe en
un lugar de La Mancha, enYoknapatawpha o en Puebla. Los globalifílicos
deben recordar que el hecho de viajar a París —
¡hélas!
—
nunca quita-
rá lo pendejo.
Es falso que uno escribe «para que lo quieran más sus amigos»,
como dijo en un arrebato de imperdonable cursilería García Márquez. El