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Alejandro Morales y Alfredo Naime
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La viabilidad de un mundo plenamente administrado depende de
que ese mundo sea administrable. Esto es muy importante; yo creo que
la naturaleza del mundo revela ciertas características que lo colocan
más allá de la posibilidad total de ser manipulable. Entonces, esta con-
cepción de un mundo totalmente administrable está suponiendo un
utopismo, una violencia en contra de nuestro conocimiento científico y
filosófico de lo que realmente es el mundo, y ya no digamos de lo que
realmente es el hombre. Porque suponiendo, sin conceder, que el mundo
es administrable... ¿hasta qué punto el ser humano puede alcanzar su
plenitud, su felicidad, su realización, dentro de un universo perfectamente
administrable? En otras palabras, ¿realmente la felicidad y la realización
humana se someten a un concepto de administración total, o la administra-
ción es algo que afecta básicamente a las cosas y a los productos?
Yo creo que la realidad es que el hombre es un ser que rompe
cualquier marco de administración porque ni en su felicidad ni en su
desdicha el hombre es un sujeto administrable. Es más bien un sujeto
que busca consuelo en este universo, no un ser que busca una adminis-
tración de sus propios recursos. Un ideal como el de Benjamín Franklin
de tener unas hojas en las que se va llevando la administración de la
propia conducta, era viable en esa época porque estaban asentados los
conceptos básicos de la vida y la religión. Así, el relacionalismo se daba
el lujo de administrar ciertas formas de placer humano porque básica-
mente el hombre se sentía todavía en un lugar en el mundo. Pero en esta
época en que el hombre se siente como un ser perdido en el universo,
aislado con frecuencia de la sociedad y también, como lo ha hecho ver
Lotz, aislado de Dios, ya este juego de la administración humana no ha
resultado porque hay problemas más urgentes, como aquellos que la
logoterapia trata de contestar. El hombre ya tiene problemas que se
relacionan con su sentido en la vida; ya no le basta simplemente una