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Mardonio Morales E.
SJ
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va un terrible trasfondo de opresión. En tiempos de la colonia los con-
quistadores tenían pánico de los levantamientos indígenas contra la es-
tructura opresora. Por eso idearon que cada pueblo tuviera su propio
vestido. Tenían prohibido ir de un pueblo a otro, de manera que no cono-
cieran la situación de los demás y no tuvieran la tentación de unirse para
su liberación. El esplendor barroco que resultó de esta política, llevó a un
total desconocimiento de su realidad social tan deprimente.
Durante el año 1974 se celebró el 500 aniversario del nacimiento
de fray Bartolomé de las Casas. El comité académico que operaba en
San Cristóbal, organizó una serie de eventos de tipo jurídico y de análisis
de lo que significó la lucha libertaria de fray Bartolomé en favor de los
indígenas. Este comité, basado en el dato del trabajo entre las comuni-
dades del obispo Samuel Ruiz y su equipo, invitó a don Samuel a que
organizara un acto indígena para conmemorar a su antecesor en el obis-
pado. Don Samuel y su equipo aceptaron, con la condición de que fuera
un acto que supusiera un proceso de reflexión, y de ninguna manera un
acto folklórico. El Comité y las autoridades civiles aceptaron y apoyaron
esta iniciativa.
A partir de septiembre de 1973 se inicia así un proceso de reflexión
de las comunidades. En reunión mensual de representantes con poste-
rior reflexión de cada comunidad, los mismos indígenas escogen cuatro
temas para examinar su realidad actual: tierra, salud, comercio y educa-
ción. Durante un año, hasta llegar a octubre de 1974 van cayendo en la
cuenta de la profundidad en que habían caído por la inmisericorde opre-
sión, y van conociendo que solamente unidos podrán salir de semejante
depresión. Cuando en octubre, ante el Comité Fray Bartolomé, ante las
autoridades civiles, ante la opinión pública nacional, expusieron la mag-
nitud de la opresión que se daba en Chiapas en las cuatro etnias princi-
pales que reflexionaron: la Tseltal, los Choles, los Tsotsiles y los