María Eugenia de la Chaussée Acuña
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diferencia entre criticar, critiquizar y dar una opinión?, ¿cómo se enseña
y se aprende a criticar?
Criticar es otra de las operaciones mentales que compartimos to-
dos los seres humanos. Criticar, fundamentalmente, se relaciona con el
uso de las operaciones del tercer y cuarto nivel del método trascenden-
tal (Lonergan, 1999). El método consta de una serie de operaciones
mentales en diferentes niveles de conciencia e intencionalidad. En el
nivel empírico tenemos sensaciones, percibimos, memorizamos, repeti-
mos, recordamos e imaginamos. En el nivel intelectual preguntamos,
relacionamos, analizamos, comparamos, entendemos, expresamos lo
entendido, concebimos y formulamos. En el racional, reflexionamos,
buscamos y ordenamos nuestras evidencias, argumentamos, criticamos
y hacemos juicios sobre la verdad o falsedad de las afirmaciones o so-
bre su certeza o probabilidad.
Criticar nos lleva a juzgar, es decir, a reunir pruebas y evidencias
suficientes, ponderar las evidencias, sopesar pros y contras, reflexionar,
buscar razones, argumentar y juzgar. El resultado de criticar es formu-
lar un juicio fáctico o de valor. Las preguntas que la estimulan son: ¿es
esto así en la realidad?, ¿es verdad esto?
El objetivo de este artículo es indagar qué son para un grupo de
profesores de secundaria algunas de las operaciones del tercer nivel:
reflexionar, argumentar, criticar, juzgar y concluir. La investigación se
basa en la teoría cognitivo-moral de Lonergan (1999) y se recurre a la
metodología cualitativa sociolingüística (Cazden, 1989).
Perspectiva teórico-metodológica
Monroy (2003) expone que en ocasiones, cuando se pide a los alumnos
que realicen una crítica sobre un texto que no es literario, los profesores