Página 11 - abril2013

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formando el
mosaico
[ 11 ]
Leemos
pero no sabemos
Por Luis Javier Castañeda, alumno de la Licenciatura
en Mercadotecnia
Partiendo de la cuestión “Lectura: ¿falta de hábito o proble-
ma Cultural?” Me hace pensar que ambas causas están ligadas y
una es causante de la otra. El año pasado la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos y la UNESCO dieron a
conocer los resultados de una encuesta sobre hábitos de lectura,
en la que México ocupa los lugares más bajos -en promedio un
mexicano lee alrededor de 2.8 libros al año-. Es triste ver como
otros países leen esta cantidad cada 3 meses o incluso de 10 en
adelante, anualmente. Yo considero que en el contexto sociocultu-
ral mexicano ambas situaciones son causas de la falta de lectura:
1
No tenemos el hábito de leer, los libros que más llegamos a
leer son de texto sobre todo académicos y eso porque los
utilizamos en clases aunque a veces nos pesa hacerlo, es muy
poca la gente que lee otro tipo de literatura y le gusta. Leer se
nos hace pesado y cansado, la simple palabra a muchos les da
flojera, y casualmente ¡siempre estamos leyendo! Leemos el
volante que nos dan en la calle, el espectacular, el mensaje en
whats,
el
inbox,
la etiqueta del producto, el folleto de no sé qué
etc. Para tener idea de la gramática, ortografía y la variedad de
vocabulario se procura leer libros relacionados a literatura, filo-
sofía, arte e historia; para temas especializados, algún libro de
determinada índole.
La lectura nos abre la imaginación, nos cultiva y nos permi-
te tener información y sustento para poder argumentar y tener
criterio de opinión, así como puntos de vista para poder opinar
informada y de manera sustentable.
2
En cuanto a problema cultural, es muy común que realice-
mos otras actividades en nuestro tiempo libre. Haciendo un
pequeño sondeo y comentarios con amigos y compañeros, ellos
en sus ratos libres ven televisión, escuchan música, realizan acti-
vidad física o algunas salidas. Así es como vivimos la mayoría de
los jóvenes, la lectura no nos interesa, nos da lo mismo, son muy
pocos los que leen por gusto, en clases los maestros incitan y a
veces obligan a leer ya sea periodismo o algún libro especializa-
do o relacionado con la materia que imparten.
Dentro de la cultura mexicana no encontramos la lectura, ve-
mos actividades más sociales e intrascendentales y calificamos
de “ñoños” a los que se avientan libros grandes, siendo ellos los
que de verdad aprenden y marcan una gran diferencia dentro de
la sociedad. Carecemos de una cultura literaria y necesitamos
acrecentar esto.
Para concluir, ambos factores determinan el nivel de lectura
en nuestro país, es un problema cultural por la falta de hábito y a
su vez no tenemos el hábito por las cuestiones culturales en las
que vivimos. Debemos, por lo menos, empezar con leer noticias,
algunos textos más grandes y así aventurarnos a la lectura de
contenidos diversos. Para llegar a lo grande necesitamos empe-
zar por lo pequeño.
sí, nadien lee
Por Pablo Piceno Hernández, alumno de la Licencia-
tura en Literatura y Filosofía
a mí no me preocupa deja ya qué va olvida
la falta de lectura
me preocupa lo que me preocupa en realidad es que se pudran
estos versos
en los pocos días de vida que les dan los jefes de la imprenta de
revistas que tampoco presumirán
más de muchos días de vida las editoriales críticas que ya nunca
nos publican que simplifican los
textos para que quienes se empezaron a amar por facebook no
se espanten que también somos
virtuales los poetas los cuentistas los letrados en fin la verdad
también virtual está virtualmente
vencida y se precisa comer contar parecer ser creer a ciegas
prendas sueltas saltos al vacío reírnos
todos de lo lindo que es reír y tan extraño que es reír en nuestros
días y encima vienes con tus
palabrotas raras tus tremendas
maricadas tu obsesión por el do-
lor y los excluidos y las lejanas
noticias quién te querrá leer
quién se arriesgará a poblarse de
palabras las pupilas de miradas
omniscientes la espina dorsal la
sien la recién prendida en llamas
alma de nuestras ciudades que
combaten con silencios la arma-
mentación nuclear la resignación
sin par
la demagogia
Nota:
La redacción forma parte del estilo del autor,
la cual en esta ocasión es intencional.