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tesela
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Es difícil tener el control de nuestras emociones. Desde peque-
ños nos dicen que cuando haya problemas o frustraciones debemos
de mantenernos calmados: no gritar, no explotar. Nada, solo calma.
Pero pasarlo de la teoría, de los consejos personales, a la práctica, es
muy complicado. A veces perdemos el control; independientemente
de cuál sea el detonante, lo importante es que a veces no medimos
las consecuencias de nuestro enojo y la gente suele salir herida.
Todos nos suelen decir que no es bueno sentir ira o enojo, que
es difícil controlarla, que la gente sale herida. Y tienen razón. Pero
también se equivocan ¿Qué pasaría si pudieras tomar toda tu ale-
gría, todo tu enojo, toda tu tristeza y volverlo algo hermoso? ¿Algo
que inspire a los demás? ¿Algo que detenga un momento en el
tiempo para siempre? Un poema, una fotografía, un cuento, una
pintura. En ese caso, ¿quién controla a quién?
Ella es María Fernanda Sarao Oramas y estudia el 4to. semestre
en Ciencias Políticas y Administración Pública, y comenzaré dicien-
do esto porque fue de las cosas que más me impresionaron cuando
platiqué con ella: No quiere ser política. Prefiere ser crítica política,
ayudar a los ciudadanos a darse cuenta de cuál es el cambio que es
necesario en la sociedad, porque los políticos no tienen toda la cul-
pa, al final del día, ellos son unos pocos y nosotros cientos de miles.
Su infancia no fue como se esperaría una hija única, su mamá
entendía que necesitaba convivir con más personas, así que juga-
ba muy seguido con todos sus primos (los cuales son muchísimos)
en casa de sus abuelitos. A sus 7 años entró a clases de pintura,
siendo un hobbie que aunque perdió por un tiempo, lo ha recupe-
rado ahora. Por ese mismo tiempo, su padre comenzó a fomen-
tarle el hábito de la lectura pagándole por cada libro que leyera,
ahora lee tanto que a su papá ya no le conviene pagarle los libros.
Sofía Ruiz Mugica alumna de la Lic. en Comunicación
Captura tus emociones, para siempre
Por Rolando Maroño Vázquez, alumno de Ing. en Mecatrónica
“Soy muy enojona. Pero realmente enojona. Y cuando me enojo
es una sensación muy fuerte”. Viéndola frente a mí, con una gran
sonrisa y unos ojos brillantes, realmente me costaba trabajo creer-
le, pero sí ella me lo dijo, tiene que ser verdad.
Sus metas, sus sueños, podrían ser detenidos por sus emociones.
Por eso pinta. Por eso escribe. La paciencia y la calma que se nece-
sitan para llenar un lienzo o una hoja en blanco son momentos que
la ayudan (a darse cuenta que hay un poco de paciencia y calma en
ella) a relajarse y mantener todo lo que tiene dentro, en control.
El motivo de mi entrevista es su participación mes con mes en
la revista Mosaico, desde el inicio de ésta, ya hace más de un año.
Pero descubrí más cosas que valen la pena ser mencionadas, por
ejemplo, su gusto por la pintura y el arte. Comenzó a escribir en
la revista porque uno de sus sueños es ser columnista de crítica
política, y se tiene que comenzar de alguna forma. En sus artículos
trata de darle un enfoque poco usual y combinarlo lo más que pue-
da con su carrera. A veces le es imposible, otras veces lo logra de
una manera contundente. Fer, sintió mucha emoción cuando tuvo
el primer número de mosaico en sus manos y encontró su artículo.
Ella afirma que todos podemos escribir, no importa lo que creas
y que no lo hagas tan bien. Todos tenemos un punto de vista dis-
tinto de las cosas, una forma diferente de apreciar la vida y muchas
veces compartirla puede hacerle mucho bien a alguien más. Su
consejo para la gente que quiera aventurarse a escribir ya sea para
las páginas de esta revista, u otra, una novela, etc. sería: Tómate
tu tiempo, vacía tu cabeza, no te apresures y date la oportunidad.
La observo sujetar su pincel, darle sombras y matices a una piel
color canela en su lienzo. Pinceladas suaves, sin un patrón, fluyendo
y dotando de color, de profundidad. Con tanta calma, con esmero.