Página 8 - abril2014

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formando el
mosaico
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E
l éxito no tiene que ver con lo que mucha gente se imagina.
Muchas veces hemos escuchado esta palabra que se ha
vuelto una estrella muy difícil de alcanzar, porque se dice que
solo es accesible a unos cuantos; y aun así se ha convertido
en un objetivo común en la sociedad, en lo que todo el mundo quie-
re alcanzar al igual que la felicidad, lo que nuestros padres desean
que tengamos junto con una casa enorme, una familia perfecta y
un buen coche. Pero muy pocos son los que se han detenido un
momento a reflexionar si “tener éxito solo se reduce al aspecto
económico y material”, si lo que lo que piensa la mayoría es lo que
es verdad, si no existen otras maneras de ser exitoso; o si eso, real-
mente al alcanzarlo, los haría sentirse plenos o realizados en la vida.
Y sobre todo, pensar ¿por qué este cliché se volvió tan importante
para la sociedad?
Antes que nada, debemos saber que la noción de éxito es subje-
tiva. Aunque a menudo es asociado con la victoria, riqueza material
y fama; esta visión incompleta ha generado frustración en aquellos
que viven en una sociedad que ha dividido a las personas en dos:
los exitosos y los fracasados. Solemos pensar que, mientras más
duro trabajemos, más exitosos seremos. Si bien es cierto no existe
nada de malo con lo anterior, es importante hacer una reflexión per-
sonal e intentar ir más allá de lo que ante la sociedad significa ser
exitoso. Aunque el trabajo duro sí rinde frutos, lo importante no es
basar nuestro éxito únicamente en la aprobación y reconocimiento
de los demás, porque será un éxito vacío, donde lo único que im-
porte sea solo ganar.
Existen muchos mitos falsos alrededor del éxito: la gente piensa que
éste es opuesto al fracaso, pero la verdad es que ambas son partes
del mismo proceso; o piensan que pueden alcanzarlo en un solo in-
tento o con un golpe de suerte, cuando hasta el mismo Churchill decía
que: “el éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”.
Lo cierto es que todos perseguimos el éxito, pero éste es para la ma-
yoría, una idea abstracta. No se debe a los títulos que tienes o la ropa
que usas; no se debe a las dimensiones de tu casa o de cuántos
carros entran en tu cochera. No se trata si eres jefe o subordinado;
no tiene que ver con el poder que ejerces o si las luces te siguen
cuando lo haces. El éxito se mide en qué tan feliz eres con lo que
haces y lo que tienes, o qué tan satisfecho estás contigo mismo, o
qué tanto puedes acostarte y despertarte con una sonrisa.
Finalmente se debe tener en cuenta cinco puntos acerca del éxi-
to: más que constituir un fin, es el resultado natural de un constante
trabajo personal; no es un regalo, es una conquista; no es casua-
lidad, es la unión de la oportunidad con la preparación; lo difícil
no es tener éxito, es conservarlo; y se trata de que en tus triunfos
estén incluidos tus sueños. Por lo que podemos concluir que para
conseguir el éxito, es indispensable concretarlo en tu mente y en tu
vida, y que lo importante no es alcanzar el éxito, sino ser exitoso.
Por Alba Marina Montes Garrido, alumna de la Licenciatura en Relaciones Internacionales
UN modo de viajar,
no UNA estación de llegada
Ilustración: Arturo Cielo Rodríguez
No conozco la clave del éxito, pero sé que la clave del
fracaso es tratar de complacer a todo el mundo.
Woody Allen