Versión de HTML Básico
formando el
mosaico
[ 8 ]
mismo
Ignacio Ellacuría
-figura importante en nuestra formación
jesuita-, trascendió no sólo por ser un pensador agudo y crítico,
sino por su sentido enorme de empatía hacia la humanidad, que
mantuvo su vocación al servicio del otro a lo largo de toda su vida;
y cuya filosofía de encargarse de la realidad ha revolucionado
muchos discursos filosóficos. A pesar de que Ellacuría llegó a la
conclusión de que nuestra civilización sufre un fracaso humanista
y moral; estaba convencido no sólo que era necesario otro mundo,
sino que además era necesario revertir la historia, subvertirla y
lanzarla en otra dirección: civilización de la pobreza.
Sin embargo, no bastan las buenas intenciones, es necesario
actuar, y es aquí donde el derecho tiene que poner su granito de
arena en la protección del ser humano en un mundo cada vez más
deshumanizado.
Es necesario cambiar el paradigma dominante
y poner a las personas por encima de los capitales,
es preciso
cambiar este mundo que ahora se dedica a producir vidas
desechables -y quienes no pueden consumir, son ignorados-.
La gran mayoría de los jesuitas han sido actores políticos
de su tiempo a través de formar personas, generar ideas,
expresar su opinión, denunciar la injusticia y la opresión
3
. El
mismo Papa Francisco ha dicho que vivimos “la globalización
de la indiferencia”; por lo que la empatía se ha vuelto tan importante
hoy en día, y aunque suene utópico, algunos partidarios de la
Teoría de la Liberación afirman que se puede tratar de revertir
la historia con todos los pobres y oprimidos del mundo y pese a
que muchas utopías son consideradas inalcanzables, siempre
nos ayudan a seguir avanzando.
Es necesario desenmascarar el
dogma de que un pueblo de pobres sólo puede recibir y no dar.
1
http://www.redalyc.org/pdf/3221/322127619008.pdf
2
http://www.letraslibres.com/revista/convivio/sociedad-civil-y-derechos-ciuda-
danos
3
http://www.cronicadelpoder.com/columnas/mis-cuadernos/los-jesuitas-acto-
res-politicos-de-su-tiempo-reflexiones-sobre-un-tema-complej
H
oy en día vivimos en un mundo interconectado, en donde
las tendencias y la comunicación viajan a una velocidad
nunca antes vista. De la misma forma, es innegable que
estamos viviendo también un auge de la sociedad civil,
que han adquirido un papel protagónico tanto en el relato mediá-
tico como las noticias internacionales. No obstante, se ha con-
vertido en un concepto ambiguo y polisémico, siendo que puede
representar desde una protesta, el proyecto de una movilización
o la apertura de un sistema político enfrentado a un problema de
representatividad; al mismo tiempo que promueve una mayor par-
ticipación ciudadana y de espacio público
1
, sobre todo a través
de las múltiples formas de comunicación que ha traído consigo
la globalización, donde sin duda las redes sociales han jugado un
papel trascendental.
Asimismo, al hablar de sociedad civil y la ciudadanía,
entramos en el terreno de la cooperación (no coercitiva) en
aras del beneficio colectivo, donde su íntima relación con la
democracia, han convertido a la sociedad civil en la base de
sustentación de cualquier proyecto alternativo al juego de poder
de grupos oligárquicos. En ella se encuentran instituciones como
fundaciones, escuelas y universidades, grupos religiosos y un sinfín
de asociaciones voluntarias; quienes, a su vez, constituyen la base
desde la que se han defendido los derechos civiles, políticos
y sociales. De manera que,
la sociedad civil es pública sin
ser coercitiva, y voluntaria sin entrar en el campo de las
ganancias
2
(económicas).
No obstante, creo que más allá de nuestras diferencias
ideológicas, todos por el simple hecho de ser seres humanos
merecemos tener una vida digna sin importar nuestra condición
social o económica. Es aquí, donde surge, a partir de la
espiritualidad ignaciana el deseo de transformar nuestra sociedad
en una más humana e incluyente y regenerar el tejido social. El
Ilustración: Edith Hernández Durana
Por Alba Marina Montes Garrido, alumna de la licenciatura en Relaciones Internacionales
Sociedad civil con formación jesuita: cambio de
paradigmas dominantes