Página 12-13 - junio2013

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formando el
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formando el
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Parecerá muy duro pero empecemos por quitarnos de la cabeza la idea de que
medio ambiente es igual a productos verdes y reciclaje o ecología; el medio ambiente
como su nombre lo dice es el espacio que rodea a todo ser vivo, sea persona, animal
o planta, a final de cuentas nos desenvolvemos en un medio ambiente. No estoy en
contra de las prácticas ecologistas, al contrario, es un deber y responsabilidad como
habitantes de este planeta cuidar el medio natural -mares, océanos, ríos, tierra, el aire,
etc.- Más allá de la contaminación física y material debemos abrirnos y sensibilizarnos
a una contaminación visual, auditiva o quizás social. Todas van relacionadas entre sí
y son producto del hombre a través de la transformación tanto de materiales como
espacios y estilos de vida.
En contaminación visual entrarían a mi criterio, temas de diseño urbano, arquitectura y
de mi área de estudio, que es la mercadotecnia, sería interesante que la publicidad tenga
algún contraste artístico en las ciudades para que no se vea tan feo y además, se haga
interesante; siento que las ciudades sin anuncios en las calles tipo Times Square no se-
rían ciudades, pero darle algo de “formato”. Una contaminación auditiva al hacer mucho
ruido con los coches, autobuses que van a mil por hora presionados para ir a checar sus
vueltas, publicidad y perifoneo nefasto, mal hecho y saturado sobre todo en calles del
centro histórico y calles y/o colonias populares por así decirlo -sin discriminar ni generali-
zar- aunque comúnmente se da en esas zonas este tipo de promoción. No creo que haya
Por Luis Javier Castañeda, alumno de la Licenciatura en Mercadotecnia
Ojos que no ven, corazón que lo siente
La cultura según la UNESCO, puede considerarse como
el conjunto de los rasgos distintivos, materiales, intelectuales y
afectivos que caracterizan una sociedad.
¿Podríamos imaginar una sociedad donde los valores y rasgos
distintivos estén ampliamente relacionados con el cuidado y me-
jora del medio ambiente?
Parece una idea utópica, pero es precisamente lo que muchas
personas y organizaciones quieren lograr, pero dado que la cultura
es algo que compartimos, no es posible lograrlo si no existe coo-
peración por parte de los miembros que conforman una sociedad.
La cultura permea en nosotros desde temprana edad, por lo
que si existen acciones enfocadas a orientar la educación hacia
la búsqueda de prácticas sustentables desde que somos peque-
ños, se puede lograr que el cuidado del medio ambiente se vea
como algo natural y no de una forma forzada como lo es, hasta
cierto punto, actualmente.
Algo muy interesante de la cultura ambiental, es que comparte
CULTURA AMBIENTAL
Por José Eduardo Zárate López, alumno de la Licenciatura en Mercadotecnia
demasiada gente que le encanté el ruido -muy diferente al sonido- en las calles y que sea
pura basura auricular; creo que entiendo porqué vamos con audífonos en la calle: no nos
gusta el mundo en que vivimos, pero si el que creamos e imaginamos al ponernos unos
headphones
en las orejas. Por último una contaminación social: el bullying, los ataques a
la libertad de pensamiento -político, religioso, moral, cultural-, la discriminación, el racis-
mo y otras técnicas de destrucción humana contaminan no solo la mente, sino el corazón,
el alma y el espíritu de muchas personas; que a pesar de todo existen personas que siendo
lapidados, se levantan sin lanzar de regreso las piedras y transforman a través de los ideales
a masas de seres humanos.
A lo mejor muchos pensarán que me desvié del tema original, pero ésta es mi pers-
pectiva de un medio ambiente donde lo natural es el comportamiento humano y la
transformación de los territorios físicos y espacios emocionales de las personas…
diversas sociedades. Es una preocupación que compartimos las
personas que estamos conscientes de la realidad.
Ante la problemática ambiental, el sector privado ha decidido
llevar a cabo algunas prácticas sustentables, pero que en muchas
ocasiones no son tan claras sus verdaderas intenciones y en don-
de el cuidado del medio ambiente pasa a segundo plano, mientras
que la mejora de la identidad corporativa ante los ojos del consu-
midor es el eje principal de sus supuestas prácticas sustentables.
Por su parte, el sector público a través de sus programas de
difusión de cultura ambiental, talleres de educación ambiental, y
programas de mejora del medio ambiente, busca contribuir a la
solución de los problemas ambientales que enfrentamos.
Como mencioné anteriormente, ninguna de estas medidas
funciona sin una participación activa por parte de los miembros
de una sociedad, por lo que es importante nuestra participación
en este “Año Universitario por un Medio Ambiente Sano “, cam-
paña universitaria 2013 de la Ibero Puebla.
C
reo que es bastante difícil poder tener un me-
dio ambiente sano sin dejar nuestro modo de
vida actual. No sólo me refiero al cuidado de
la naturaleza; la violencia estructural y el famo-
so
bullying
son dos factores de nuestra sociedad que no
nos permiten tener un medio ambiente sano para que
vivamos tranquilos, y si a eso le sumamos el estrés pues
creo que la tenemos muy difícil.
Las conductas violentas y la tensión ocasionada por el
modo de vida en las ciudades son cosas que ya están tan
incorporadas a nosotros que damos por sentado que es
algo “natural”, inherente al humano, pero si analizamos
un poco de donde vienen estos problemas nos daremos
cuenta que pueden cambiarse. A este modo de vida cita-
dino, casi siempre de consumo y estrés, se le suma la dis-
tancia que se tiene en las urbes de la naturaleza; sabemos
que el río Atoyac está, bueno, hasta da pena decir que es
¿Cómo alcanzar un
medio ambiente sano?
Por Guillermo Guadarrama Mendoza
Alumno de la Licenciatura en Literatura y Filosofía
V
olcado en un rollo de hojas de tabaco
y de cómo morir debe ser sí doloroso - lo acepto, tedi,
lo del dentista un día con cáncer fue un mal chiste-,
es un mal chiste reírse de la propia naturaleza
me interesaba decirlo ahora que ví a uno hervir
de la tuberculosis y ví - como dante decía -
una lucecita
lasciommi fasciato di tal velo
, que lo que pensé fue:
pobre debías ser, hermano, pobre de ti desgraciado enfermo
soltero diabético tuberculoso fétido decrépito
hieres el medio ambiente y siempre te hirió el medio ambiente
el medio ambiente es cruel porque hasta en tu lecho de muerte
te quiere culpar del pecado más fuerte que es contaminar
y es natural que cada cual defienda su propio interés
nosotros sin ir a verte para no atrapar el bacilo de koch el
mycobacterium
tú sin retorcerte ni toser ni ser, sin retos
y yo me pregunto si el desaparecer el ocaso de lo natural
de la esencia de todo trascendental eso es el medio ambiente?
la cruzada contra el hambre, eso es el medio ambiente?
es el medio ambiente el medio para desaparecernos?
el ambiente que respirábamos siempre, es el medio para poner-
nos un fin?
foucault: cuando el hombre murió, acaso se resanó la capa de
ozono australiana?
y cuando pam posaba
naked
para peta y eva y dave navarro,
resanaban las pieles del alma?
hay alma? hay atharva? adharma? hay karma
y colapsa la tierra porque adán ya no puede colapsar más?
COLAPSOS
Por Pablo Piceno Hernández
Alumno de la Licenciatura en Literatura y Filosofía
nuestro río, pero no vemos a donde va a desembocar y
cómo le afecta al medio ambiente, y corazón que no ve
corazón que no siente.
Creo que mientras tengamos una cultura de ver todo a
nuestro alrededor, incluso personas, como algo material
será imposible tener un medio ambiente sano. Para poder
vislumbrar esto tendríamos que comenzar por devolver-
le, su dignidad a los otros humanos, a los animales, a las
plantas, al río Atoyac, a nosotros mismos. Ese sería un
buen inicio que en cierta forma se ha logrado; es decir,
sí existe una conciencia ambiental en la sociedad actual,
pero luego está otra de las grandes incoherencias de las
culturas occidentales y occidentalizadas: se dice una
cosa pero se hace otra. Mientras el discurso ambiental no
sea llevado a la praxis por el grueso de la población, está
cañón lograr tener un medio ambiente sano.
Nota: la redacción forma parte del estilo del autor.
Ilustración: Arturo Cielo Rodríguez