Página 9 - noviembre2014

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La magia
de dar las gracias
Por Lic. Lissette Rojas Tejeda, diseñadora de
la Dirección de Comunicación Institucional
Gracias, es una palabra muy sencilla y sin embargo con
efectos
intangibles cuando le ponemos el ingrediente secreto de
la emoción.
Hay una frase que dice: “si no tienes lo que quieres, agradece
lo que tienes”; y en ocasiones y más cuando las cosas no resultan
como queremos es difícil percibir lo que tenemos, incluso a veces
nuestras inconformidades saltan a la vista más rápido que la
conciencia de los milagros que nos suceden a diario.
En el libro
Enseñanzas Diarias de El Secreto
de Rhonda Byrne, en
una de sus reflexiones dice: “si te haces tiempo para listar todas las
cosas por las que estás agradecido y sientes los sentimientos de
gratitud, te sentirás increíble todos los días. Tu frecuencia será alta y
te moverás a través de tus días enamorado de estar vivo…”
Así que decidí experimentar y hacer mi lista de las cosas por las
que me siento profundamente agradecida y también con la intención
de invitarles a que ustedes hagan la suya.
Yo doy gracias por:
Mi vida, mi cuerpo, mi respiración, los latidos de mi corazón, mi
salud, que puedo moverme libremente, por mis ojos, mis manos,
mis pies, mi cabello, mi cara, mi estatura, color de piel; doy gracias
por mi personalidad, mi risa, mi carácter, la creatividad, la música, el
flamenco, los bailes compartidos, el ritmo, el diseño, los colores, la
magia de crear; por mis papás, mis hermanos y la relación que tengo
con ellos, mis primos, tíos, amigos, por mi trabajo y por hacer lo
que me gusta; por todas las emociones: tranquilidad, paz, felicidad,
alegría, enojo, coraje, tristeza, pasión; por el amor, por dormir, el café
de cada mañana, la comida de todos los días, el agua calientita con
la que me baño, por el amanecer, el anochecer, el aire, el calor, el frío,
las muestras de cariño dadas y recibidas, la naturaleza, los árboles,
el canto de los pájaros, el olor de las flores, las plantas a mi cuidado,
por Bona mi perra; las palabras de aliento recibidas, así como las
llamadas de atención, gracias por los días brillantes y por los días
grises, por los días de quincena y los de mitad de quincena, por
los viajes realizados y aventuras vividas, por mis sueños e ideas
frustradas, realizadas y las que están por realizarse, por sentir a
Dios en mi vida, por reconocer mi esencia y mi valor, porque
cada día aprendo y me agradezco el mantenerme con
vida para aprender cada día a ser más feliz.
Lo sorprendente es que cuando creo que se han
terminado los motivos para dar las gracias, sur-
gen más situaciones, personas y experiencias
que agradecer y al final la emoción que me
embarga es un sentimiento de alegría, paz
y expansión.
Y como dicen por ahí: no me creas,
experiméntalo.
¡GRACIAS!
Ilustración: Ma. Lissette Rojas Tejeda
“Si no tienes lo que quieres, agradece lo que tienes”