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mosaico
central
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sobre todo viste con atuendos costosos. Todos estos mensajes
son significados que favorecen enormemente al sostenimiento
del sistema. De hecho un estudio muy interesante realizado por
estudiantes de la Texas Christian University en Fort Worth, ha
demostrado que la desaceleración económica tiene un impacto
positivo en la industria de belleza ya que “las mujeres tienen
mayor deseo de adquirir productos de belleza como respuesta a
las señales de recesión” explica la autora del estudio Sarah E. Hill.
Las mujeres latinas e hispanas por su cuenta, también
representan un impulso cada vez más fuerte en la economía,
de hecho el informe “Latina Power Shift” arroja que el 86%
de las latinas en Estados Unidos declararon que ellas son las
principales compradoras de sus hogares. Los porcentajes de
mujeres latinas que demuestran que son quienes toman las
decisiones en las compras: el 67% de los alimentos, el 66% en
la ropa, el 59% de los productos farmacéuticos, etc.
El estudio destaca además que las latinas están adoptando
la iniciativa empresarial. Dándoles obviamente un mayor poder
adquisitivo.
José María Quintana Cabañas por su parte afirma que:
“La
opresión de la mujer es una de las cosas que nuestra sociedad
ha sabido disimular y racionalizar mejor.”
En la actualidad las mu-
jeres buscan asumir una personalidad a costa incluso de sus
propios privilegios, también pretende afianzarse y afirmar su
personalidad como fuerte, por lo que rechaza toda semejanza e
igualdad con relación al hombre.
El mundo sólo refleja, no habla por sí mismo. El mundo dejó
de ser una imagen para convertirse en una resistencia a vencer y
dominar. Y la mujer ha sido dominada nuevamente por el sistema,
solo ha cambiado la forma y la figura pero en el fondo hay una
mirada cansada, desgastada aunque muy bien perfumada.
A
ctualmente compartimos una era de autodefinición, en
donde la necesidad de pertenencia nos hace transitar por
diversos vacíos; sociales, económicos, culturales, etc.
Este devenir nos hace evidente que la sociedad se en-
cuentra en lo que Lipovetski denomina una mutación sociológica
global, iniciada a partir de los años veinte, lo cual implica que esta-
mos viviendo una sociedad que basa muchos de sus estímulos en
las necesidades, el sexo, en fin a todo aquello que esté de moda.
Derivado de lo anterior es interesante analizar el papel que juega el
rol de las mujeres en esta mutación de la sociedad contemporánea,
partiendo desde una perspectiva de la comunicación debido a que
no podemos dejar de lado la gran influencia que ésta ejerce en la
época actual.
La comunicación es un agente de influencia poderoso que nos
ayuda a entender a la mujer que, como el signo de Saussure posee
significado y significante, es información, mensaje, texto, y el papel
que ella juega en la sociedad actualmente es engañosamente
activo ya que aunque de manera dolorosa y doblemente injusta
está supeditada a los roles que exige el sistema.
Si bien en la actualidad el desempeño y la presencia de la mujer
se encuentra en todas las esferas de la sociedad liberándose de
las ataduras en las que se encontraban en el pasado tal como lo
redactara en 1972 la inglesa Mary Wollstonecraft quien reivindicaba el
acceso a una educación semejante a la de los hombres para de esta
manera desarrollar su propia independencia económica accediendo
a actividades remuneradas. Así como éste, todos los movimientos
feministas que fueron surgiendo a lo largo de algunos países han ido
modificando la comunicación de la mujer, sin embargo esta mayor
presencia y libertad no ha logrado romper con la cadena que la
aprisiona, únicamente ha conseguido enlazar más eslabones para
sentirse más holgada pero al final su tobillo sigue sangrando con el
peso que la retiene.
El campo de acción que ha ido ganando en la sociedad es muy
amplio; no podemos dejar de lado que su rol en la actualidad
es un tanto más complicado ya que además de preservar la
unidad y valores familiares hoy en día es un agente activo en la
dinámica económica favoreciendo de este modo al sistema. Los
medios de comunicación por ejemplo hacen evidente lo anterior y
muestra de ello son el rotundo cambio en el discurso por ejemplo
de las telenovelas y series televisivas. Años atrás podíamos ver
en la pantalla aquellos melodramas en donde la mujer vestía
primordialmente con un delantal y era abnegada, con el paso
del tiempo se cambió el mandil por la imagen de la pobreza
que gracias al amor cambia de status. Hoy en día el mensaje
que los dramas arrojan es totalmente diferente, ahora la mujer
es empresaria, líder, trabaja, toma decisiones, habla diferente y
El dominio de la
comunicación en
la construcción
de la equidad
Por Mtro. Héctor Germán Báez Monterrubio, jefe de
Prensa y Relaciones Públicas de la Dirección
de Comunicación Institucional
Ilustración: Fernando Pérez Méndez, alumno de la Licenciatura en Diseño en Ineracción y Animación Digital