Página 9 - octubre2014

Versión de HTML Básico

formando el
mosaico
[ 9 ]
Un agobiante sol sobre la arena caliente
Por Rafael Orvañanos Corres, alumno de la licenciatura en Psicología
Eran aproximadamente las cuatro de la tarde en poco menos
de una hora cruzaríamos la frontera, después de todo el día de estar
caminando bajo el agobiante sol, mis pies me dolían, sentía que mis
botas se iban a derretir en cualquier momento, unas gotas de sudor
rodaban por mi frente sucia tras días sin bañarme, me senté en la
sombra de un árbol sobre una piedra, una brisa de aire me pegó en
la cara dándome una sensación de aire frío por el sudor.
En mi mente solo tenía una imagen, toda mi familia teniendo
una vida mejor, con dinero suficiente para ir a la escuela y poder
tener algo de comer cada día, quien sabe y después hasta íbamos
a poder estar juntos otra vez para ir al cine o a comer algo, un ruido
perturbó ese momento, me di cuenta que dos camionetas negras
venían hacia nosotros.
Al verlos acercarse sentí como si una bomba de desilusión
explotara dentro de mí, me temblaban la piernas y un escalofrío
recorrió mi cuerpo a pesar del calor del desierto, las camionetas
llegaron, se bajaron con armas y nos empezaron a quitar todo, no
les quise entregar mis cosas, me pasaron enfrente de los demás y
como ejemplo para el grupo me dispararon en la cabeza.
¿Cuándo fue la última vez que te preocupaste por algo realmente
importante o que sacrificaste algo de ti para ayudar a otras personas?
hay muchas definiciones de valentía, como el que no le teme a nada
o el que toma los mayores riesgos pero encuentro muy difícil señalar
un mejor ejemplo de valentía que dejar todo lo que tienes y quieres
para conseguir una vida mejor para tu familia.
Vivimos en una época donde se aclaman los derechos humanos
y se presume el respeto hacia ellos cuando existen un millón de
situaciones en las cuales se les pasa por encima. Muchas personas
en este momento están sufriendo de frío extremo, falta de un lugar
donde dormir, torturas o trabajos forzados.
Reflexionando el efecto que puede tener mi actitud y acciones
hacia cambiar la indiferencia hacia las situaciones que ocurren hoy
en día, rápidamente pienso que no tendría ningún impacto, sin
embargo de pronto algo salta en mí, y me doy cuenta que de alguna
manera sí se está generando un cambio; mis papás, la escuela y
mis amigos me han enseñado que las otras personas importan.
Continué pensando acerca de eso y me di cuenta que a muchas
personas que conozco, podríamos enseñarles los valores de la
compasión y de la empatía, de esta manera tal vez viviríamos en un
mundo más humano.
Nosotros formamos el mundo en el que vivimos, a ti ¿en qué
mundo te gustaría vivir?, si queremos un mundo más humano,
gentil, empático y preocupado por los demás debemos de practicar
estos valores día con día con nuestros semejantes y tal vez un día,
estos valores se arraiguen en el actuar común, y cuando menos nos
demos cuenta estaremos viviendo en un mundo mejor.
Ilustración: Mónica Valdivia Ramírez, alumna de la licenciatura en Diseño Gráfico