Rúbricas 7

71 “ausentes” o de los que se han ido es un proceso de lucha y de negociación continua. Las organizaciones de migrantes como relatan autores como Victoria Quiroz (2011) tienen que afirmarse permanentemente y negociar su lugar en el espacio público de sus comunidades. La migración puede acentuar o generar nuevas formas de división social y desigualdades, exclusiones, pero también se abre a nuevas formas de participación. A través de sus formas organizativas, las personas que han migrado estrechan sus lazos con sus pueblos de origen y redefinen su pertenencia. Sin lugar a dudas el fiob, Frente Indígena Oaxaqueño Binacional, ha sido la experiencia más visible con redes complejas de participación en ambos lados de la frontera y con una historia de resistencia y de negociación que precede incluso a la propia migración. Yvon Le Bot recupera, sistematiza y sintetiza esta historia de largo aliento que ha permitido la presencia política de los grupos indígenas oaxaqueños en el estado de California, pero que ha logrado extender sus redes a otros estados como Chicago, en donde, las migraciones indígenas oaxaqueñas son también importantes y ha incorporado a su lucha la de otros grupos migratorios y otros grupos étnicos. Si bien el fiob ha sido la organización emblemática y que ha merecido la atención de grandes antropólogos como Michael Kearny, el padre de los estudios sobre migración mixteca, y los trabajos serios y sistematizados de Jonathan Fox y Gaspar Rivera (2004), lo cierto es que el fiob presenta también grandes conflictos organizativos y de malversación de fondos que en otros momentos sus propios líderes han referido. Como toda organización, enfrenta este tipo de procesos, donde su carácter trasnacional no necesariamente los resuelve. Esta experiencia del fiob y leída desde esta mirada de Le Bot enriquece las discusiones sobre movimientos indígenas que difícilmente encontramos en otros circuitos migratorios mexicanos. Tal como señalan Fox y Rivera (2004), las condiciones en que el fiob se fue tejiendo y que han sido clave para este funcionamiento de largo alcance tienen relación fundamentalmente con la experiencia de los migrantes en una comunidad con fuertes lazos y apegos identitarios y que hayan sido partícipes de sistemas cooperativos cívico-religiosos, con base en una identidad y una herencia étnica común. Es decir, que tengan una historia de colectividad que vaya más allá de la migración. Por otro lado, el proceso del fiob tiene detrás una fuerte historia de politización de las redes y de los grupos informales que la configuraron. Es decir, la politización fue previa al fiob y no su resultado. Esto tiene relación también con un flujo migratorio antiguo. Y finalmente el hecho de que las asociaciones constituidas en los sitios de residencia mantengan una vinculación con el sistema social y político del pueblo. Esto también requiere de un núcleo establecido en el lugar de destino, que un grupo mantenga esas vinculaciones a partir de prácticas e imaginarios, así como de redes sociales fluidas capaces de confrontar y afrontar conflictos y tensiones. Un elemento que ha distinguido al fiob es que está constituido por sujetos que comparten un sentimiento de pertenencia muy fuerte y sólido, lo cual permite y facilita la acción hacia objetivos comunes y la construcción de una narrativa común. Se requiere para su construcción de redes de migrantes que recreen el tejido social y cultural para articular e integrar estos intereses. Si bien estas redes requieren de nuevas prácticas sociales no quiere decir que rompan con lo anterior. Estas formas organizativas también son resultado de procesos de diferenciación y resistencia frente a la homogenización estatal. Una experiencia distinta pero que también promueve este tipo de participación transnacional es la de las comunidades de base organizadas en torno a la Asociación Tepeyac, en la ciudad de Nueva York, que se organizan sobre la base del guadalupanismo. A través de ella se realizan movilizaciones importantes como la Carrera de la Antorcha Guadalupana en donde hay una movilización importante, menos territorializada y más organizada sobre la base del migrante indocumentado. La Asociación Tepeyac hace un importante lobbyng político y organizativo. Si bien también ha enfrentado problemas financieros y conflictos entre su director y las bases, la internet y las redes sociales han sido centrales en innovar, crear nuevas formas de vinculación como El Tequio, la página de internet y más recientemente su muro de Facebook. La Gran Revuelta Indígena es un texto central que nos permite comprender lo que sucede hoy con las migraciones internacionales en comunidades indígenas. Nos permite reflexionar en torno a las rupturas que las migraciones generan en las unidades domésticas, en las personas, en las madres, en los hijos, en los jóvenes. También es una puerta abierta para entender y comprender cómo la organización de los migrantes en vinculación con sus comunidades de origen es también una posibilidad de ampliar y recrear la propia comunidad, de generar resistencias y de seguir en la lucha por el territorio y las identidades. La Gran Revuelta Indígena es un texto central que nos permite comprender lo que sucede hoy con las migraciones internacionales en comunidades indígenas.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3