

, en la que los otros estudiantes en la clase realmente leen el material, piensan en ello y el
experto contesta el examen, mientras tu no lo haces.
Tampoco estoy hablando de gente brillante que podría estar funcionando en áreas que no
coinciden con sus talentos.
La
ciencia implica confrontar nuestra "estupidez absoluta¨.
Esa
clase de estupidez es un hecho existente, inherente en nuestros esfuerzos por impulsar
nuestro camino a lo desconocido.
La tesis y los exámenes preliminares tienen una idea correcta cuando el comité de la
facultad presiona al estudiante cuando que éste empieza a equivocarse o se da por vencido
y dice “no sé”. El objetivo del examen no es ver si el estudiante obtiene todas las respuestas
correctas. Si lo hace, es el profesor quien no pasó el examen. El punto de éste es identificar
las debilidades del estudiante, en parte para ver donde se tiene que invertir un poco de
esfuerzo y también para ver si el conocimiento del estudiante falla en un nivel
suficientemente alto como para estar dispuestos a asumir un proyecto de investigación.
La estupidez productiva significa ser ignorante por decisión. Enfocándose en preguntas
importantes, nos pone en la posición incómoda de ser ignorante. Una de las cosas hermosas
acerca de la ciencia es que nos permite andar a tropezones, equivocarse ocasión tras
ocasión, y sentirse perfectamente bien mientras aprendamos algo vez.
Sin duda, puede ser difícil para los estudiantes que están acostumbrados a tener las
respuestas correctas. Sin duda, niveles razonables de confianza y resistencia emocional
ayudan, pero pienso que la educación científica tal vez haga más que facilitar lo que es una
gran transición: de aprender lo que otra gente una vez descubrió, a hacer tus propios
descubrimientos. Mientras más cómodos estemos con el hecho de ser estúpidos,
penetraremos más profundo en lo desconocido y tendremos más posibilidades de hacer
grandes descubrimientos.
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