

m o s a i c o
c e n t r a l
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LOS SILENCIOS DEL CASO AYOTZINAPA
FRENTE A LA INFORMACIÓN
POR ANA KAREN BARRAGÁN FERNÁNDEZ
Secretaria Particular de Rectoría de la
IBERO
Puebla
L
a narrativa de los hechos, cualquiera que
estos sean, ha impactado la toma de de-
cisiones de los ciudadanos, desde salir a
las calles para exigir el cumplimiento de
sus derechos hasta, darle la vuelta a los
temas incómodos para algunos de los
poderes públicos y fácticos.
El experto Walter Lippmann citado por McCombs
en su libro Estableciendo la Agenda (McCombs,
2006) señala que la información que suministran
los medios informativos, juega un papel central en
la construcción de imágenes; la prensa determina
aquello de lo que la gente hablará, lo que pensará e
incluso de lo que decidirá.
Ante estas afirmaciones, me pareció pertinen-
te analizar lo que La Jornada tuvo que decir frente
a los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero. Si bien
los medios informativos responden a ciertos linea-
mientos y ninguno de ellos, por naturaleza puede ser
objetivo, es importante señalar que el diario tuvo un
papel importante en la cobertura del caso. Desde un
primer acercamiento con 90 ejemplares revisados,
se observó que el 86% de estos, difundieron en sus
primeras planas los hilos conductores de lo sucedi-
do a partir de la noche del asesinato y desaparición
de los estudiantes. No obstante, meses después, al
escuchar el informe del Grupo Interdisciplinario de
Expertos Independientes (GIEI), me pareció recor-
dar mucho de lo que emanaba de la tinta del diario,
aquello de lo que se decía entre las páginas centrales
y dejamos a un lado.
En un acto de conciencia y de honestidad, ¿por
qué continuamos caminando por ese el hilo que los
medios de comunicación o los políticos han deli-
neado a su manera? Vaya tarea que nos queda a
cada uno de nosotros de saber leer, de asumir que
la información es poder y es poder, en el sentido de
descifrar esa verdad que hoy parece tan cercana y
tan lejana, pero que ahí está.
Durante la realización del análisis, destaco un
efecto que se puede denominar como boomerang,
esto supone que durante las primeras etapas del
caso, las instancias del gobierno federal decidieron
desvincularse del tema -vía comunicados y entrevis-
tas tanto del entonces procurador de la República
como del Ejecutivo- etiquetando el tema como un
caso de incumbencia estatal. ¿Qué significado tiene
esto? Una posible respuesta, es que al Presidente
no le interesaba la muerte de 43 jóvenes mexicanos;
para él y para su equipo no era un caso de incum-
LA PRENSA
DETERMINA
AQUELLO
DE LO QUE
LA GENTE
HABLARÁ,
LO
QUE PENSARÁ E
INCLUSO DE LO
QUE DECIDIRÁ.
ILUSTRACIÓN: ARTURO CIELO RODRÍGUEZ
bencia nacional. ¡Vaya ingenuidad o desfachatez!
Sin embargo, siguiendo con la afirmación, el efecto
se dio meses después cuando, rebasado el gobier-
no estatal, las miras se fueron principalmente a los
actores federales, más allá del crimen organizado,
quién jugó un papel importantísimo, mi pregunta es:
¿en qué cabeza o en qué corazón con tantito sentido
humano cabe la posibilidad de aminorar un asesinato
masivo de jóvenes? Al parecer, en la de nuestras au-
toridades, aún después de un año.
Hoy, después de muchas investigaciones valien-
tes, damos cuenta que hay actores que nos faltan
sumar. Hace unas semanas, escuchaba en la cade-
na CNN en Español al conductor de Conclusiones
que ya se había hablado desde octubre pasado de
un quinto autobús de la empresa Estrella Roja que
había sido el detonador del caso por estar cargado
con drogas y que los estudiantes ingenuos tomaron
sin tener conocimiento de la carga. Ante este pano-
rama, el silencio de la empresa ha brillado ¿Será que
no tiene nada qué decir? ¿No está indignada? ¿No
tiene un posicionamiento sobre el uso indebido de
sus unidades? ¿Qué más hay ahí que no sabemos?